La idea surgió de la empresa riojana PROVI EUROPEAN GROUP, quienes ya en 2012 iniciaron los trámites para introducir, por primera vez en Europa este alimento que se comercializa en Argentina desde hace varios años.

Durante todo este tiempo CNTA ha trabajado en varios frentes necesarios para poner en el mercado el producto: registro sanitario de importación, trámites aduaneros, informe de etiquetado y análisis nutricional del producto, para comprobar las características nutricionales del producto.

El proceso, como confirma Marcos Arancón Cortés, del Área de Seguridad Alimentaria de CNTA, ha sido costoso en el tiempo ya que los trámites para la importación de producto son minuciosos, “ha sido necesario obtener el pertinente registro sanitario de importación que la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición, AECOSAN, concede tras la presentación de la información de la empresa y su inscripción en el Registro General Sanitario de Empresas Alimentarias y Alimentos, RGSEAA.

Otro de los puntos clave de la puesta en el mercado del producto ha sido la revisión del etiquetado original para adaptarlo a la información y exigencias legales de la UE.  Así, ha sido imprescindible realizar una analítica nutricional de producto para conocer a fondo las características nutricionales del producto, determinando su contenido en aminoácidos, minerales y vitaminas para indicarlas en la tabla nutricional de la etiqueta.