Durante una visita efectuada por la comisión técnica de la autoridad ambiental, el director de Cortolima, José Enrique Cardoso, dio a conocer cinco de las siete infracciones que cometió la empresa en el manejo de la crisis.

“No haber dado aviso de las actividades que estaban desarrollando para la disposición de los lodos, haber intervenido la zona de ronda del río Combeima, darle un mal manejo a los lodos y lixiviados, no tener en operación la planta de tratamiento de aguas residuales y haber comprometido algunos individuos arbóreos (guadua) en su base por el lodo vertido”, indicó.

Además, recalcó que por el momento la emergencia de la planta de tratamiento no representa peligro para la salud de los usuarios del Ibal. Pero extendió una llamada a las personas que consumen el líquido de manera directa del afluente, para que se abstengan de beberlo hasta que se establezca el volumen de desechos vertidos al río. Se espera que hoy la Corporación revele las cifras de cuántos litros de líquido cayeron al río sin ningún tratamiento.