Los inspectores de sanidad que trabajan dentro de industrias cárnicas del Reino Unido (tanto de Inglaterra, Gales y Escocia) han iniciado un periodo de huelgas con cortes de 4 horas en sus jornadas laborales. Los paros están organizados por el sindicato Unison que solicita a la Agencia de Seguridad Alimentaria del Reino Unido (FSA) un incremento en los sueldos del 1% frente al 0,75% que se ha autorizado.

La decisión de acudir a la huelga fue votada por los trabajadores a comienzos de este mes y Unison ha afirmado que una cuarta parte de los trabajadores han llevado a cabo los paros del primer día de huelga.

De acuerdo con el secretario general de Unison, Dave Prentis, se ha hecho todo lo posible para evitar el conflicto "pero no nos queda más opción ya que la FSA se ha negado a cambiar de opinión", añadiendo que los inspectores sanitarios solo piden una subida salarial similar al incremento del coste de la vida en el Reino Unido.