El pasado 5 de septiembre tuvo lugar un Consejo de Ministros de Agricultura extraordinario de la Unión Europea con el objetivo de debatir diversas medidas a implementar ante el veto ruso impuesto a comienzos del pasado mes de agosto a la importación de productos agroalimentarios procedentes de la Unión Europea. La causa de este veto está en las medidas impuestas por la UE frente a las actuaciones de Rusia en Ucrania.

Muchas de las delegaciones ministeriales presentes en el Consejo reconocieron que era necesario poner en marcha medidas como las ya aprobadas para el sector hortofrutícola y el lácteo. Otros también pidieron que se alargara el tiempo de aplicación de estas medidas así como que se ampliaran a otros campos.

Por parte de la delegación española, la ministra de Agricultura, Isabel García Tejerina, pidió a la Comisón Europea que se empleen las medidas que sean necesarias dentro de la reforma de la Política Agrícola Común y de la Política Común Pesquera, así como la ampliación del presupuesto para financiar las medidas, si así fuera preciso.

Los ministros coincidieron en que en este contexto hay que seguir vigilando los mercados para saber en cuáles de ellos hay que intervenir.

También reconocieron que como esta crisis no está relacionada directamente con los mercados agrícolas, se podrían tener en cuenta otro tipo de recursos presupuestarios, más allá de los destinados a agricultura, para ayudar a mejorar la situación que atraviesan los agricultores y ganaderos.

Con tal motivo, algunas de las delegaciones pidieron el incremento del presupuesto para la promoción de los productos agroalimentarios de la UE con el objetivo de buscar nuevos mercados para exportar fuera de la UE. También se pidió el refuerzo de la distribución de frutas, hortalizas y productos lácteos en colegios, así como a las personas más necesitadas.