La trigésimo tercera edición de la Feria Agroganadera de Trujillo se celebró del 17 al 20 de noviembre, con las tradicionales subastas, las entregas de premios y las exhibiciones. A ello se sumó este año una novedad: la primera edición del Salón de la Carne, un espacio dedicado a la degustación gratuita de productos amparados bajo el logotipo de Raza Autóctona 100%; la cata de las IGPs cárnicas de Extremadura, así como, la degustación de productos no amparados por marcas de calidad como son criadores de las razas de ovinos precoces, limusina y blanca cacereña.

La cata ofreció productos de las organizaciones participantes durante cuatro jornadas en las que se sirvieron 500 kilos de carne, en 42.000 raciones. Según Enrique Borrega, máximo responsable ejecutivo de la feria, «son buenas cifras para ser una primera edición», pero matiza que hay aspectos que mejorar para consolidar esta cita de cara a 2017.

Borrega explicó al diario Hoy de Extremadura que «se repetirá el próximo año e intentarán ampliarlo». Su objetivo es que expongan más asociaciones y contar con un espacio más grande. «Es una actividad que queremos mantener. En 2016 se han destinado 20.000 euros al Salón de la Carne y aunque sabemos que la situación económica es complicada, estamos barajando la posibilidad de pedir más ayuda a la Junta de Extremadura con el fin de hacer más grande esta cita», apunta Enrique.

Con él coincide el alcalde de Trujillo. «Es la primera vez que se hace y estamos trabajando en mejorarlo de cara al próximo año. Hay que acostumbrar a la gente a actividades nuevas y estoy convencido de que se repetirá. Creo que ha sido un acierto y hay que consolidar esta apuesta» , afirma Alberto Casero.

Los participantes en el Salón de la Carne también abogan por repetir la iniciativa e incluir mejoras. Alejandro Delgado es técnico de la IGP Ternera de Extremadura, una Indicación Geográfica Protegida que este año va a superar las 4.000 canales de vacuno certificadas y a incrementar el número de ganaderías hasta llegar a las 600 explotaciones. Cuando se le pregunta por los posibles cambios a introducir en esta iniciativa es claro. «Estamos contentos por la aceptación de las tapas, la labor de los cocineros y la afluencia de público, pero hay que acondicionar mejor el espacio para facilitar la degustación de los productos y contar con más personal», comenta.

Por su parte, Iluminado Fernández, veterinario técnico de la Asociación Nacional de Criadores de Ganado Vacuno Selecto de Raza Retinta, se muestra expectante ante los posibles cambios de cara al próximo año. «Creo que es positivo lo que se está haciendo porque se agrupa en un mismo espacio a diferentes marcas para que el público pueda comparar y optar por la mejor. Espero que se mantenga en el tiempo y que las posibles variaciones sean para mejorar», concluye Fernández.

La feria en cifras

Que el resultado de una feria sea positivo o no se mide por las cifras que deja. Las de esta edición en Trujillo han estado marcadas por el buen tiempo de los primeros días, que ha supuesto un aumento en el número de visitantes. Por el recinto ferial han pasado unas 35.000 personas aproximadamente y han podido ver las mil cabezas de vacuno, ovino y caprino.

En cuanto a las transacciones económicas registradas suponen un récord. La subasta de ovino obtuvo un remate final de más de 50.000 euros y en vacuno se generó un negocio de 168.000 euros.

A estas cifras, hay que sumar las ventas directas de cabezas de ganado, cuyo importe supera los 100.000 euros, así como las ventas de maquinaria agrícola, entre otros aspectos. Con todo ello, la feria ha generado 350.000 euros en transacciones directas, lo que supone en torno a un crecimiento del 20 por ciento respecto a la edición de 2015, según la organización.

Respecto a las subastas, la de vacuno contó 117 animales, 72 hembras y 45 machos, en diferentes razas, con una adjudicación de algo más del 85 por ciento. En la de ovino se presentaron 300 y se adjudicaron el cien por cien de las hembras y el 70% de los machos.

Ese es el resultado de una cita que este año empezó marcada por las reivindicaciones. La inauguración estuvo protagonizado por las protestas de decenas de ganaderos que de la mano de Asaja llenaron el salón de actos. La mayoría de los gritos y abucheos fueron contra la consejera de Medio Ambiente y Rural, Políticas Agrarias y Territorio, Begoña García, por «las graves consecuencias que está suponiendo la tuberculosis» en el sector agrario extremeño.