Así, los ganaderos tendrían que afrontar menos gastos para la eliminación de los purines, por lo que el sindicato cree que el sector dispone todavía de pocos conocimientos para abordar la liberación correcta de las deyecciones ganaderas.nn

Según Alexandre Alòs, uno de los representantes de esta organización, se debe determinar quién contamina. nn

Paralelamente, JARC ve con buenos ojos la creación de una segunda agencia, dedicada a la preservación del suelo, aunque matizó que este instrumento tendría que tener un carácter más coercitivo para evitar malas prácticas entre el sector.