La Asociación Brasileña de Proteína Animal, ABPA, celebra el 28 de agosto de cada año el Día del Avicultor, el profesional responsable de la crianza de aves, su manejo, alimentación y de la sanidad de las granjas, es decir, por la base de la cadena productiva de carne de pollo y de huevos del país.

De acuerdo con Francisco Turra, presidente de ABPA, el trabajo del avicultor brasileño va mucho más allá de las propiedades rurales: "es, ante todo, un emprendedor. Su trabajo sobrepasa las fronteras de sus tierras por ser uno de los principales aseguradores de seguridad alimentaria en Brasil ", comenta Turra.

La ciencia asociada a la tecnología aplicada en el modelo avícola brasileño es referencia mundial en calidad, status sanitario, sostenibilidad y productividad. "La asociación perfecta entre nuestros productores integrados y las agroindustrias colocaron la cadena productiva de la avicultura brasileña entre las más avanzadas y eficientes del mundo", enfatiza Turra

Líder mundial de exportación y segundo mayor productor del mundo, Brasil deberá exportar este año 4,2 millones de toneladas y producir alrededor de 13 millones de toneladas de carne de pollo. 

"El avicultor, en este contexto, tiene un papel primordial, produciendo proteínas de la más alta calidad, que coloca al país entre los mayores productores internacionales de aves y huevos, además del liderazgo mundial en las exportaciones de carne de pollo. Son recursos que ayudan a girar la economía de pequeños municipios de las distintas regiones de Brasil", dice el presidente de la asociación.

La avicultura es hoy uno de los motores del desarrollo del interior del país, responsable de 3,5 millones de puestos de trabajo directos e indirectos y de alimentar a cientos de millones de personas en todo el mundo.