De acuerdo con las declaraciones de David Neves, vicepresidente de la Federación Portuguesa de Asociaciones de Porcicultores (FAP), el país quiere ser autosuficiente en carne de cerdo en el año 2030 para evitar las importaciones. 

En el año 2017 Portugal alcanzó una producción que cubría el 60,1% de la demana nacional. "Hemos reducido las importaciones y, teniendo en cuenta que el consumo per cápita está estabilizado, en el orden de los 43,7 kilogramos/habitante/año, estamos supliendo esas importaciones con la producción nacional", justificó.

Para fomentar la demanda del producto nacional, el sector porcino portugués ha puesto en marcha el proyecto Porco.pt, lanzado a mediados de 2017, para certificar y diferenciar la carne portuguesa frente a la importada, fundamentalmente de España, y al tiempo incrementar la preferencia de los consumidores por el producto nacional.

Con la carne etiquetada con este identificativo, se ha logrado que en el primer semestre de 2018 se alcancen los objetivos que se marcaron con esta estrategia para todo el año, logrando duplicar las ventas alcanzadas en el segundo semestre de 2017: de las 2.883 t se ha pasado a 5.838 t. 

La carne comercializada con este sello supone apenas un 3,4% de las ventas totales de carne de cerdo. En ella están participando 56 ganaderos y 20 mataderos y salas de despiece.