Carpisa Foods, empresa española dedicada a la comercialización de carne de vacuno tanto para el mercado nacional como internacional, ha renovado por décimo quinto año consecutivo las certificaciones IFS Food y BRC Global Standards gracias a sus buenas prácticas en seguridad alimentaria. En esta ocasión, Carpisa Foods ha obtenido el Grado A en la norma BRC y la calificación High Level en la certificación IFS.

Estos estándares internacionales garantizan el cumplimiento de los máximos niveles de calidad seguridad alimentaria durante todo el proceso de producción. Marino Bravo, director de Calidad de Carpisa Foods ha destacado que “estos sellos, que renovamos cada año desde 2004, reconocen el compromiso del equipo directivo y de todos los empleados de la compañía con la calidad. Somos exigentes con nuestros procesos de producción, incorporando mejoras que nos permiten garantizar la máxima calidad y seguridad alimentaria”.

Carpisa Foods posee una planta productiva en Griñón (Madrid) que es de las más avanzadas en toda Europa y en la que se pueden encontrar los últimos desarrollos en el control de la seguridad alimentaria en la línea de producción.

Cada mes el departamento de calidad de la empresa realiza más de 3.500 analíticas tanto de la materia prima que recibe cmo del producto final que comercializa, verificando los parámetros de higiene, limpieza y seguridad alimentaria. Es una de las áreas que más ha crecido dentro de la compañía, incorporando dos nuevos técnicos en 2018 con lo que completa un equipo multidisciplinar de 18 expertos en áreas como veterinaria, biología, ingeniería agrícola, tecnología de los alimentos, dietética y nutrición, entre otros.

“Consideramos indispensable controlar todo el proceso de producción de manera exhaustiva y rápida. Nuestro laboratorio propio nos permite tener la máxima información sobre la materia prima y los productos elaborados, garantizando así al consumidor la más alta calidad”, concluye Marino Bravo.