Coincidiendo con el anuncio del presidente de EE.UU., Donald Trump, de una subida en los aranceles a la importación de productos chinos, los importadores de este país asiático han dejado de importar en esta semana 3.247 t de carne de cerdo estadounidense. Esta es la mayor cancelación que la industria cárnica de EE.UU. ha recibido en el último año, de acuerdo con los datos del USDA.

La medida podría tener un coste de hasta 6.500 millones de dólares para los productores estadounidenses ya que pese a la guerra comercial desde hace un año, China y Hong Kong son el segundo principal mercado para la carne de cerdo de EE.UU.

Pese a la evolución de la peste porcina africana en China, el país asiático no parece dispuesto a comprar en EE.UU. estos productos y semana tras semana se producen cancelaciones en los pedidos, lo que acaba afectando al mercado de futuros de esta carne.