Los responsables sanitarios se esfuerzan en recordar que los alimentos pueden ayudar a llevar una vida saludable, pero no tienen propiedades curativas, como pueden tener los medicamentos. En opinión de María Neira, presidenta de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria (AESA), la publicidad sin control puede llevar a sustituir tratamientos farmacológicos por el consumo de determinados alimentos. Por este motivo, en el seno de la Unión Europea se está preparando un reglamento por el que se obligará a probar científicamente todas las cualidades o ventajas de los productos.nn

Según un estudio realizado por la Confederación Española de Asociaciones de Consumidores y Usuarios (Ceaccu), la mayoría de estos productos vulneran el derecho a la salud, la información y la protección de los derechos económicos de los consumidores. En muchos casos, las propiedades que anuncian los alimentos no están demostradas, por lo que se incumple la ley de etiquetado y de publicidad. Ahora, la nueva normativa prevé el fin de estas prácticas, informa El Periódico.