La Mesa de las Carnes de Argentina proyectó para 2025 una producción de 8,5 millones de toneladas anuales y sumar exportaciones por 10.000 millones de dólares. Para alcanzar esta estimación, se requiere “un adecuado marco de políticas públicas”, que implicaría “eliminar las retenciones, disponer créditos accesibles, erradicar la informalidad, una nueva Ley Federal de Carnes, y estímulos para producir un novillo pesado para aumentar el peso promedio de la faena vacuna, y evitar una mayor presión impositiva”, recoge Infobae.

La entidad está compuesta por 32 organizaciones vinculadas a la producción ganadera, frigorífica, exportadores, entidades bursátiles y sindicales, entre otra. En el trabajo que han elaborado muestran las bases sobre las cuales puede darse “el crecimiento de las carnes para un desarrollo sustentable de toda Argentina”.

Con estímulos y medidas adecuadas, “la producción de carnes en su conjunto podría aumentar más de un 40% al 2025. Así se pasaría a la obtención de más de 8,5 millones de toneladas anuales, de las cuales 5,8 millones serían para atender el mercado interno y exportando algo más de 2,8 millones con un ingreso de divisas cercanos a los 10.000 millones de dólares”.

Además, en el informe se proyecta un consumo como país “de 118 kilos por habitante por año” dentro de un lustro, ubicando a la Argentina con un consumo cárnico de “entre los más altos a nivel mundial”, y se expresó que “el crecimiento de todas las carnes permitiría crear más de 200.000 nuevos empleos de calidad y agregar valor a la producción agrícola y forrajera, a través de la transformación en carnes de estos productos. Todo esto se puede dar con un adecuado marco de políticas públicas y el compromiso de todos los eslabones de la cadena de invertir y motorizar el crecimiento de sus negocios”.

Entre las medidas reclamadas por la totalidad de la cadena cárnica figuran: eliminar las retenciones; evitar mayor presión impositiva que se traduciría en menores inversiones tanto en industria como en la producción primaria, lo que socavaría el potencial de crecimiento aquí explicado; disponer de créditos accesibles y orientados al sector, con seguros incluidos, plazos y tasas compatibles con la actividad; estímulos al novillo pesado y al aumento del peso promedio de faena, sin restricciones a la faena de animales livianos; proceso de amortización acelerada de inversiones; erradicar definitivamente la informalidad en todas las etapas de la cadena: comercial, fiscal, sanitario y laboral; consolidar el mantenimiento, la apertura y la negociación de aranceles y cuotas en los actuales y futuros mercados internacionales; una nueva Ley Federal de Carnes con Estándar Sanitario básico para todo el país, con eje en el cuidado de la salud pública y que tenga a la vista las nuevas demandas ambientales y de bienestar animal.