Desde un grupo de organizaciones de consumidores de EE.UU. se ha presentado una demanda ante los planes de la administración Trump para flexibilizar las normas de inspección veterinaria oficial en los mataderos dedicados al sacrificio de ganado porcino. Aseguran que se trata de una "receta para el desastre".

Las propuestas de la administración apuntan a quitar las competencias de los veterinarios oficiales en materia de inspección ante y post mortem que pasaría al ámbito privado y tendrían un papel más reducido en la línea de sacrificio.

Según Food & Water Watch, las nuevas normas que se quieren aprobar otorgarían la responsabilidad de la inspección a las empresas encargadas del sacrificio. También se permitiría el incremento de la velocidad de las líneas de sacrificio.

La demanda frente a esta nueva normativa de controles oficiales fue presentada por cuatro organizaciones de consumidores y según Zach Corrigan, portavoz de una de ellas, Food & Water Watch, con esta normativa "se reduce la capacidad de los inspectores federales para detectar problemas serios de seguridad alimentaria y se expone al consumidor a este tipo de riesgos".