El Gobierno de las Islas Baleares ha incrementado la subvención que otorga a los 8 mataderos insulares en concepto de gastos de funcionamiento. Para ello ha comenzado con el matadero de Palma al que ha destinado una subvención de 420.000 euros para cubrir sus gastos de 2019. Esta cantidad variará los próximos ejercicios, hasta 2024, en función de las cuentas anuales que presente la concesionaria del servicio. Además, desde el gobierno autonómico se trabaja con el Ayuntamiento de Palma para resolver la subvención pendiente de 2018 y la posibilidad de rebajar el alquiler de la instalación.

El matadero de Palma absorbe el 50% de los sacrificios que se hacen en Mallorca. En el municipio de Palma hay 123 explotaciones ganaderas y un total de 17 empresas cárnicas se sitúan en las instalaciones de Mercapalma, que se abastecen de este matadero. Además, la ciudad tiene 100 carnicerías que se abastecen directamente de las empresas anteriores.

La consejera de Agricultura, Mae de la Concha, ha explicado que se ha trabajado para impedir el cierre "del matadero de Palma porque habría tenido repercusión en todas las islas".

Para los otros 7 mataderos se destinarán 350.000 euros (Inca, Manacor, Felanitx, Mahón, Ciutadella, Ibiza y Formentera) dispondrán de una línea dotada de 350.000 euros para el mismo concepto.

Este tipo de subvención se abona a ejercicio pasado y, por tanto, este 2020 se publicará la ayuda para cubrir los gastos de funcionamiento de 2019. este incremento de crédito se rige por el Reglamento de la Comisión Europea de 20 de junio de 2011, dedicado a empresas que prestan un servicio de interés económico general (SIEG). El Decreto 1/2018 de las Islas Baleares declara todos los mataderos, incluido el de Palma, como un SIEG.

Se trata de ampliar la línea de ayuda dedicada anualmente a todos los mataderos ante las dificultades que presenta el sector agrario en general y el ganadero en particular. Esta decisión responde a dos objetivos: por un lado, reforzar una pieza fundamental de la cadena alimentaria, con una infraestructura que presta un servicio de interés económico general, como el matadero de Palma; y, por otra parte, la necesidad de diversificar la economía de Baleares.