Estados Unidos ha informado a la OIE la detección de un brote de influenza aviar levemente patógena (H7N3) que ha afectado a 59.300 pavos y ha sido detectada en el Condado de Anson en Carolina del Norte.

Además también están afectados 18.000 pavos en otra granja junto a otra de 12.900.

Los signos clínicos observados son una leve baja en la producción de huevos con los pavos reproductores. El plan previsto para las parvadas confirmadas positivas es el sacrificio (método de la espuma) y eliminación.

Los Servicios de Inspección Veterinaria y Fitosanitaria (APHIS, por sus siglas en inglés) del USDA y el Departamento de Agricultura de Carolina del Norte están llevando a cabo una investigación epidemiológica completa, implementaron vigilancia reforzada y llevaron a cabo pruebas en relación con estos resultados.

Cinco explotaciones comerciales de aves de corral adicionales fueron puestas en cuarentena y muestreadas para detectar el virus de la influenza aviar. Los resultados están pendientes.