Los cierres de fronteras con motivo de la evolución del coronavirus (Covid-19) junto al endurecimiento de los controles sanitarios están provocando serias dificultades a los ganaderos de acuno en Australia que aún están recuperando su censos de ganado respecto a la fuerte demanda de la industria procesadora y también con motivo de las sequías vividas por el país.

De acuerdo con el portal ABC News, la situación del censo de vacuno en el país oceánico es el más bajo de los últimos 30 años y se dificulta su recuperación ya que en algunos casos están endeudados y además no cuentan con las reproductoras necesarias pese a que el precio del ganado está algo.

Las perspectivas de Meat & Livestock Australia apuntan a que durante este año caerá el censo en un 5,8% lo que supondría acumular una reducción del 12,4% desde junio de 2018.

Evidentemente con un menor número de animales disponibles para sacrificio la producción cárnica también acabará reduciéndose y se estima que podría caer en un 15% sumando unos 7,2 millones de cabezas sacrificadas en 2020.