Responsables de la cadena cárnica argentina señalan el momento que atraviesan debido a la evolución de la COVID-19 en la Unión Europea que ha ocasionado el cierre de la restauración y hostelería donde el país vendía buena parte de sus carnes.

"Debido al impacto de la pandemia, los mercados de exportación han reducido muchas de sus compras y están extremadamente restringidos", dijo Mario Ravettino, presidente del consorcio ABC de exportadores de carne argentinos, que representa a la industria cárnica exportadora de Argentina. Ravettino dijo que las exportaciones de carne vacuna de marzo a China cayeron a aproximadamente el 15% de los niveles observados a fines de 2019, cuando el país sudamericano enviaba alrededor de 50.000 toneladas cada mes para satisfacer la demanda de los consumidores.

Las exportaciones de Argentina a China, que aumentaron rápidamente en 2019, ya habían sufrido un golpe menor en enero cuando los compradores chinos buscaron renegociar los precios, pero el efecto desde el coronavirus ha sido mucho más dañino. China, donde apareció por primera vez el brote de coronavirus, ha estado bloqueada desde principios de 2020 con estrictas medidas de cuarentena que han afectado al sector de servicios de alimentos y han provocado una caída de la demanda de carne.

En cuanto a las ventas al continente europeo, desde la CICCRA, Miguel Schiariti, señala que el cierre de restaurantes ha provocado que la UE haya "desaparecido del mercado".

Ante esta situación, los grandes exportadores argentinos han vuelto su interés hacia el mercado interno buscando mantener la actividad pese a tener márgenes más bajos. "Estamos tratando de hacer lo mejor que podemos con la situación actual", dijo Ravettino.