Lunes, 22 de julio de 2024
Uruguay asume pérdidas millonarias para la industria cárnica
Debido a las consecuencias de la pandemia
El ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca de Uruguay, Carlos María Uriarte, fue entrevistado por Radio Uruguay donde ofreció algunas consideraciones sobre la «difícil situación» que está atravesando la industria agroexportadora del país. En tal sentido, dijo que el panorama esta complicado debido a una sumatoria de factores externos e internos que se ve acentuada por la baja actividad de Semana de Turismo.
Con respecto a lo externo, Uriarte señaló qué aún persisten «secuelas» de las negociaciones con China y que se está planteando una renegociación de carnes que ya estaban en el país asiático o que iba en camino cuando estalló la pandemia a nivel global.De acuerdo a las declaraciones del ministro, a esta situación se le suma que el mercado europeo, que recibió una exportación de carne uruguaya los primeros días de abril, manifestó dificultades para asumir los compromisos del negocio porque, debido al cierre de hoteles y restaurantes, se quedaron sin los clientes a quienes pensaban venderle la carne que compraron. «Hay 50 millones de dólares arriba de la mesa», expresó asegurando que fueron devueltas 1200 toneladas de carne.
Con respecto a lo externo, Uriarte señaló qué aún persisten «secuelas» de las negociaciones con China y que se está planteando una renegociación de carnes que ya estaban en el país asiático o que iba en camino cuando estalló la pandemia a nivel global.De acuerdo a las declaraciones del ministro, a esta situación se le suma que el mercado europeo, que recibió una exportación de carne uruguaya los primeros días de abril, manifestó dificultades para asumir los compromisos del negocio porque, debido al cierre de hoteles y restaurantes, se quedaron sin los clientes a quienes pensaban venderle la carne que compraron. «Hay 50 millones de dólares arriba de la mesa», expresó asegurando que fueron devueltas 1200 toneladas de carne.
Asimismo, se refirió a factores de orden interno como la sequía, que condiciona la capacidad de engorde del ganado, y por otro lado los conflictos a nivel sindical provocados por el temor de los trabajadores a contraer el Covid-19.
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