Emcesa mantiene su actividad normal ante la evolución de la COVID-19 y para ello ha puesto en marcha un protocolo de medidas de seguridad ampliadas que han implantado desde el inicio del estado de alarma. Creó un comité de crisis para analizar riesgos y proponer medidas de seguridad que eviten el contagio de sus trabajadores. 

Las medidas de seguridad establecidas abarcan desde que los 220 empleados no tengan contacto entre ellos para evitar así cualquier contagio, pasando por facilitarles la indumentaria adecuada, hasta la medición de la temperatura corporal, separación de seguridad en el comedor, la creación de nuevos vestuarios para tener más amplitud y muchos otros aspectos que permiten a los empleados trabajar seguros.

La plantilla, por su parte, ha respondido de forma ejemplar a la implantación de las nuevas medidas de seguridad establecidas, lo que ha hecho que la empresa pueda seguir produciendo para el abastecimiento de las tiendas y superficies de alimentación.