El cierre del sector hostelero está afectando también a determinados cortes de la carne que comercializa la indicación geográfica protegida (IGP) Ternera Gallega. "Hay piezas que se están viendo muy afectadas por el cierre de la hostelería, el resto están saliendo al mercado con fluidez" afirmó Jesús González, afirmó Jesús González, presidente del consejo regulador. Se refiere, en concreto, a los cortes más valorados tradicionalmente, el chuletero y la falda. Con el fin de que estas piezas no pierdan todo su valor ni prestigio en el mercado, la IGP solicitó a Medio Rural una medida transitoria y que está prevista en la normativa europea: que se le permita congelar la carne y venderla igual con la etiqueta de Ternera Gallega. El DOG publicó la orden que modifica temporalmente el reglamento para autorizar esta práctica.

González advierte de que esta es una medida excepcional y transitoria, para responder a una situación excepcional.

Todos estos argumentos fueron trasladados en su día a la Consellería do Medio Rural, que accedió a una modificación temporal del pliego de condiciones técnicas de esta IGP. Esto implica que, mientras dure el estado de alarma o haya otras medidas similares decretadas en España que provoquen restricciones en la comercialización de la carne de vacuno, los productos amparados por Ternera Gallega podrán someterse a procesos de congelación. Insisten en la consellería que esta es una medida excepcional. Estas piezas solo podrán comercializarse bajo el amparo del marchamo de calidad hasta el próximo 31 de diciembre de este año y, además, deberán cumplir con todos los requisitos aplicables a la comercialización de carne congelada de vacuno. En este sentido, añaden en la consellería, deberá quedar clara la información al consumidor sobre el proceso de congelación y la fecha de consumo preferente.