Tanto Francia como Países Bajos han informado de la detección de trabajadores en varios mataderos afectados por la COVID-19. Frente a situaciones vividas en Alemania, el número de casos detectados no ha provocado desabastecimiento de productos tal y como si ha ocurrido en otros países.

En Holanda, un matadero de Vion ubicado en la localidad de Groento cerró tras detectarse 45 positivos por la COVID-19. Se ampliaron los análisis y se registraron 147 positivos de 657 trabajadores. Tras el cierre, la producción fue asumida por otras plantas de la compañía.

Según el consejero delegado de la compañía, Ronald Lotgerink, ninguno de los trabajadores mostró problemas de salud, "una de las características del virus", aseguró. Lotgerink destacó que la compañía había puesto todos los medios para garantizar la higiene y la salud de los trabajadores.

En el caso de Francia, se detectaron brotes de COVID-19 en un matadero en la localidad de Saint-Jacut-du-Mené, en el departamento de Côtes-d'Armor, en la Bretaña francesa. Se vieron afectados 63 personas de 209 trabajadores y la mayoría de ellos no tuvieron que ser hospitalizados.

También se detectó otro brote en un matadero de Orléans, en la región Centro-Val de Loire, al sur de París, que afectó a 34 de los 400 trabajadores.