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Estudio de mercado de ICEX sobre el sector del cerdo y el pollo en Sudáfrica

Las costillas de cerdo congeladas, una oportunidad de negocio para las empresas españolas

La Oficina Económica y Comercial de la Embajada de España en Johannesburgo de ICEX ha publicado el estudio de "El mercado de la carne de cerdo y pollo en Sudáfrica", elaborado por Carlos Pérez-Valenzuela Gutiérrez.

En su resumen ejectuvio, se explica que el estudio de mercado analiza la situación de estos sectores en un país que es uno de los actores principales del continente africano, así como una de las puertas de principal acceso al resto de mercados de África Austral.

El estudio, se apunta, se debe contextualizar en una situación económica en la que, antes de la llegada de la pandemia mundial de la COVID-19, Sudáfrica se encontraba en recesión técnica, debido a la contracción de la economía en los dos últimos trimestres del año 2019, 1,4% y 0,8% respectivamente. Por lo que se deduce que la situación económica se verá agravada, tras los meses de cuarentena en el país, debido al virus, cuyos efectos han producido una crisis mundial sin precedentes.

Una vez estudiadas todas las partidas arancelarias correspondientes del Sistema Armonizado, se han escogido aquellas que se han importado más desde España durante los últimos 5 años. Claramente hay 2 partidas que destacan por encima del resto: en el sector de la carne de cerdo, las costillas congeladas es el producto más importado desde España; por otro lado, en el sector de la carne de pollo, las piezas de pollo completas sin cortar y congeladas es el producto más exportado por España a Sudáfrica.

La producción de carne de cerdo ha seguido una tendencia positiva desde el año 2005, con una producción en el año 2019 de 216.000 toneladas y un crecimiento del 72%. En el año 2016, se produjo una disminución, tanto de la producción como del número de cerdos sacrificados, debido a la listeria, enfermedad que contraen los cerdos y puede contagiar a los humanos, en el caso de ingerir carne de cerdo infectada. A pesar del crecimiento de la producción en los últimos años, aún no es suficiente para satisfacer la demanda local, ya que el consumo es superior, y por lo tanto están obligados a importar grandes cantidades de producto.

Las importaciones totales de carne de cerdo, en el año 2019, tuvieron un valor de 55,5 millones de euros, de los cuales, el 90% aproximadamente, fueron costillas congeladas. El origen de las importaciones es, principalmente, desde Alemania, Brasil y en 3ª posición España, con un valor de 8,9 millones de euros.

En cuanto a la producción de carne de pollo, 1,5 millones de toneladas son producidas de media cada año, desde el año 2015. Este sector ha experimentado un crecimiento notable en los últimos 10 años y representa el 15,6% del valor bruto total de los productos agrícolas.

Sudáfrica es el principal productor de carne de pollo del sur de África y representa el 80% de la producción total de todo África Austral. En los últimos años ha habido una ligera disminución de la producción de carne de pollo, debido en gran parte, al aumento de las importaciones procedentes principalmente desde Brasil y Estados Unidos y Polonia, competidores directos de España, que ocupa la 7ª posición en el ranking de mayores exportadores de carne de pollo a Sudáfrica con un valor de exportación 15,4 millones de euros frente a los 147 millones de Brasil, 58 millones de Estados Unidos y 44 millones de Polonia.

Las importaciones totales de carne de pollo en Sudáfrica en el año 2019 tuvieron un valor de 344 millones de euros.

El aumento de las importaciones de carne de pollo experimentado en Sudáfrica, en este caso por parte de Estados Unidos es debido en cierto modo, al programa de acuerdos AGOA. Este, es un programa de preferencias comerciales establecido en el año 2000, con el objetivo de fortalecer los lazos comerciales de Estados Unidos con África y el Caribe y que libera de impuestos arancelarios a gran parte de los productos sudafricanos.

El problema surgió cuando EE. UU. amenaza a Sudáfrica con excluirla del acuerdo, si limitaban el número de exportaciones estadounidenses de carne de pollo.

Sudáfrica, ante la solicitud de los productores nacionales, impuso en septiembre de 2018 una cláusula de salvaguardia con el objetivo de proteger la industria local. Esto se tradujo en la imposición de derechos arancelarios sobre la partida 02.07.14, correspondiente a, las piezas de pollo completas sin cortar y congeladas, cuya finalización será en el año 2022, con la posibilidad de extenderla 4 años más, si se demostrase que el daño podría continuar.

La moneda del país es el Rand sudafricano, cuyo valor en los últimos años, se ha visto afectado depreciándose respecto al euro. La distribución de la riqueza en el país es de las más desiguales del mundo, donde el 50% de la renta se concentra en el 10% de la población. Esto provoca que una gran parte de la población no tenga la posibilidad de acceder a productos cárnicos como el cerdo o el pollo.

Aún así, existe una clase media negra creciente, que está cambiando los hábitos de consumo con productos cárnicos de más valor y más nutritivos, en lugar de productos como el maíz.

La percepción del producto español es sinónimo de calidad, en línea con los demás productos europeos, sin embargo, no existen segmentos de calidad muy distintos en el sector de la carne de cerdo y de pollo. Además, para el consumidor sudafricano la carne de cerdo y pollo son sustitutivos perfectos, no perciben un producto con más calidad que otro, por lo que adquirirán el producto más barato.

Los principales canales de distribución son, sin lugar a duda, las grandes cadenas de supermercados, con gran capacidad de compra y, dependiendo del tipo de producto, comprarán a través de importadores o directamente a los productores. El 90% de los contenedores importados, entran en el país a través del puerto de Durban.

En cuanto al acceso al mercado, dependiendo del producto estará sujeto o no a aranceles. Los productos más importados, como podrían ser las costillas de cerdo congeladas, no están sujetas a aranceles.

Las perspectivas de los sectores son positivas ya que, a pesar de que son mercados maduros y desarrollados, se prevé un crecimiento desde el 2020 hasta el 2024 en el volumen de ventas del 1,4% en el sector de la carne porcina y un 18,6% en el sector de la carne del pollo.

Por último, las oportunidades son claras para las empresas españolas del sector: las costillas de cerdo es un producto muy consumido por los sudafricanos, por lo que la exportación de este producto congelado sería un buen punto de partida para la entrada en el país, al igual que con las piezas de pollo congeladas o la pieza de pollo completa. Estos dos productos son un gran reclamo que, una parte de los consumidores sudafricanos, degustan en su dieta semanal.

Puede consultarse el estudio completo, previo registro, aquí.

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