La Autoridad para la Competencia de Francia ha decidido multar con 93 millones de euros a un total de 12 empresas que operan en Francia por fijar precios en determinados productos como el jamón fresco utilizado en la elaboración de jamón cocido. También han sido multadas por fijar precios en productos de charcutería como el jamón cocido y otros que se comercializaban bajo marcas de distribuidor. Las prácticas se remontarían a comienzos de la década pasada entre los años 2011 y 2013.

Las prácticas han llegado a la Autoridad para la Competencia debido al "procedimiento de clemencia" que permite divulgar la existencia de este tipo de cárteles y obtener así, beneficios parciales. Este fue el caso de empresas como Campofrio y Coop.

En la denuncia se han visto implicadas importantes empresas como Campofrío, propietario delas firmas Aote y Jean Caby, Fleury Michon, Financière Turenn Lafayette (propietario de Paul Prédualt, Madrange, etc) y Les Mousquetaires. Las firmas habrían coordinado la variación semanal de precios del jamón fresco que compraban a los mataderos para "resistir mejor los aumentos de precios solicitados u obtener reducciones de precios".