El North American Meat Institute (NAMI) ha emitido un informe sobre una investigación llevada a cabo por el USDA en torno al incremento de precios registrados en la carne de vacuno en EE.UU. De acuerdo con el informe del NAMI, dos hechos como el incendio de la planta cárnica de Tyson Foods en Holcomb (Kansas) y la evolución de la covid-19 en el país han tenido efectos extremos e imprevistos sobre los mercados de la carne.

“En su análisis de los efectos del incendio y la pandemia, el USDA no encontró nada malo y confirma que la interrupción en los mercados de carne de vacuno se debió a eventos devastadores y sin precedentes”, dijo la presidenta y directora ejecutiva del Meat Institute, Julie Anna Potts. “Es difícil ver cómo las propuestas legislativas recomendadas por el USDA hubieran cambiado el resultado del incendio o la pandemia. Continuaremos las discusiones con los grupos de productores, el Congreso y la Administración para asegurar que haya un mercado justo y competitivo. Es especialmente crítico en estos tiempos de incertidumbre que los productores y empacadores trabajen juntos”, ha añadido.

Tanto el incendio como la covid-19 provocaron, según NAMI, la capacidad de procesado de ganado vacuno, provocando que los precios del ganado listo para sacrificio se redujera y también la oferta de carne en los supermercados, lo que hizo que subieran los precios.

Pese al paso del tiempo, aunque el sacrificio semanal de ganado y la producción de carne de vacuno se ha recuperado a niveles casi normales para esta época del año, tras caer en casi un tercio a fines de abril, la gran cantidad de ganado pendiente de sacrificio y la continua demanda de carne de los consumidores siguen siendo factores que muestran la evolución del mercado.