Las ventas de embutidos a través de restaurantes y ‘food service’ representan un 15% y 20% del total que realizan las empresas. Sin embargo, al estar inhabilitados durante dos meses y haber reiniciado operaciones con ciertas limitaciones, no posibilita una reactivación total del sector, reveló el gerente del Comité de Alimentos y Bebidas de la Sociedad Nacional de Industrias (SNI), Alex Daly.

“Hay que tener en cuenta que los canales tradicionales de mercado también se vieron afectados al principio porque muchos mercados cerraron, ello también produjo una caída en ventas”, manifestó.

Añadió que la comercialización de este tipo de alimentos estuvo asegurada porque los embutidos suelen tener preferencia en las casas. Sin embargo, las ventas se han desplomado a comparación del año pasado.

Planes reactivadores

En tal sentido, Daly reveló que las empresas de embutidos han realizado una alianza estratégica con la Asociación Peruana de Empresarios de la Panadería y Pastelería (Aspan) para que a través de su canal puedan vender sus productos. “Por medios de las panaderías, sobre todo en las que se atiende al público como cafetería, se está promoviendo la venta de embutidos como jamón, jamonada, chorizo y jamón del país. Estas panificadoras son las tradicionales de barrio que muchas de ellas están operando una transformación colocando mesas y atendiendo al público”, detalló Daly.

Argumentó que estos negocios están apostando también por la venta de embutidos y lácteos, por la rentabilidad que les da atender a los clientes que los visitan. “Estamos trabajando de la mano con los panificadores, que cuentan con los protocolos exigidos por el Ministerio de Salud”.

El consumo de embutidos en Perú todavía es muy bajo en comparación con otros países de la región, pero para su gremio, esta situación representa una oportunidad de crecimiento. “Estamos trabajando para ello. El embutido es un producto de fácil preparación, muy apreciado por la ama de casa, puede combinar con todo”, apuntó Daly.

En Perú, el consumo per cápita de embutidos es de 2,5 kg por persona al año. Mientras que en Chile y Alemania, es de 12 y 25 kg, respectivamente.