El ICEX acaba de publicar una ficha sectorial, elaborado por la Oficina Económica y Comercial de España en Moscú en la que analiza el mercado del equipamiento e instalaciones para porcino en Rusia. El informe abarca desde el ámbito ganadero hasta la maquinaria para sacrificio. En los próximos años, se prevé que tanto la producción local como las exportaciones de carne de cerdo continúen aumentando. En 2019 Rusia se convirtió por primera vez en un exportador neto de carne de cerdo, superando las exportaciones a las importaciones: 108.000 toneladas frente a 90.000 toneladas.

La reducción en las importaciones también se ha llevado a cabo por la introducción de un arancel del 25 % sobre la carne de cerdo en enero de 2020. Según las estimaciones de la Unión de productores del sector porcino, la autosuficiencia en porcino en Rusia ya ha superado el 90 %.

Actualmente, el mercado del cerdo es un mercado consolidado y saturado. Sin embargo, en términos de calidad, los productos cárnicos necesitan mejorar. A pesar del incremento en la producción nacional, el desarrollo de los centros genéticos y de reproducción del país aún no satisface completamente la demanda de los productores para poder elaborar productos de alta calidad, como el jamón o prosciutto.
Estas circunstancias contribuyen al aumento de las importaciones de maquinaria y herramientas para la mejora del producto porcino ruso. La dependencia de la tecnología importada es del 90 % por término medio y se espera que el alza de las importaciones de maquinaria se prolongue en el tiempo.

Ante la consolidación del sector porcino en Rusia, el mercado tiende a eliminar a las pequeñas granjas y fábricas, dando una mayor cuota de mercado a las grandes compañías. Esto se debe a que, en la mayoría de los casos, las pequeñas empresas no tienen recursos suficientes para invertir en innovación y desarrollo, por lo que suelen reparar la maquinaria para continuar con su actividad y emplean equipos que se quedan obsoletos. En cambio, las grandes compañías destinan gran parte de su presupuesto a la renovación del equipamiento, ofreciendo una mayor calidad en sus productos, que les permite mantenerse activos en el mercado.

Hay que tener en cuenta que los complejos porcinos de mayor tamaño suelen ser de nueva construcción. Y es que, en este sector, es más fácil iniciar una instalación de cero, que ampliar una ya creada. Al mismo tiempo, destaca el alto grado de integración vertical en las empresas más grandes. Las explotaciones integradas son más efectivas, incluyendo desde la producción de alimentos para animales, la reproducción, el sacrificio y el procesamiento de la carne, hasta la venta de productos terminados.

El informe completo está en el siguiente enlace.