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ICEX analiza el mercado de la carne y derivados cárnicos de Tailandia

La Oficina Económica y Comercial de la Embajada de España en Bangkok ha emitido un informe sobre la situación del mercado de la carne y derivados cárnicos en Tailandia, disponible en el siguiente enlace.

El objetivo de este estudio de mercado es proporcionar un análisis detallado del sector cárnico en Tailandia para dar a conocer sus oportunidades y retos, así como dar apoyo en el diseño y desarrollo de la promoción a medida que se vaya abriendo el mercado para cada producto.

Para ello, se analiza la oferta de productos cárnicos, su demanda, los precios y los canales de distribución existentes en el país en función de los productos susceptibles de ser importados, ya que la carne de importación será un producto de nicho. Por último, se analizan las barreras de entrada al país.

En primer lugar, es preciso recalcar que los principales grupos de empresas cárnicas están totalmente integradas verticalmente, lo que se conoce como el Feed, Farm, Food. De esta forma, las principales empresas cárnicas controlan e inspeccionan la calidad de las materias primas a lo largo de toda la cadena de producción. Los principales operadores tailandeses de la industria cárnica son Charoen Pokphand Group (CP), Betagro y Thai Foods Group. Estas empresas se dedican tanto a la producción de carne de ternera, cerdo y pollo fresco, como a la preparación de procesados cárnicos.

La carne más consumida entre los consumidores tailandeses es la carne de pollo, debido a su menor coste y a su diversidad como ingrediente en los menús de comida tailandesa. En cuanto al consumo de embutidos o carne fresca importada, los principales consumidores son los tailandeses de clases altas y los expatriados. Además, se da un mayor consumo en las zonas urbanas y con mayor renta por hogar, en concreto Bangkok.

En cuanto a los precios, es preciso diferenciar entre los precios de los supermercados e hipermercados y los precios de los mercados tradicionales, ya que existe una diferencia notable. Los productos más caros son el vacuno, mientras el más barato es el pollo, debido a la gran oferta existente en el país. Por otro lado, los embutidos importados son considerados productos gourmet y caros por los consumidores tailandeses.

El canal de distribución se compone de tres eslabones: importador y distribuidor mayorista, distribuidor minorista y canal HORECA. Algunos productos como la carne fresca de vacuno y porcino de importación y el foie gras son principalmente consumidos en el canal HORECA. Además, es preciso mencionar el canal industrial, muy importante para el caso de los despojos y la proteína animal procesada. Por otro lado, se destaca el gran peso que está adquiriendo el canal online a raíz de la crisis de la COVID-19, habiendo incluso importadores que están comenzando a vender directamente al cliente final a través de Internet.

Mientras que la práctica totalidad de la carne de vacuno, ovino y caprino es importada, Tailandia es productora de carne de pollo y cerdo. Cabe destacar la importancia de la industria  avícola tailandesa a nivel mundial, siendo en 2020 la más grande de la región del Sudeste Asiático y la octava a nivel mundial.

Debido a las altas barreras, los datos de importación de carnes y productos cárnicos son muy bajos. Dicho esto, España es uno de los principales proveedores de embutidos y curados. Además, España es también uno de los países proveedores de despojos y PAP. Por otro lado, la carne de vacuno proviene principalmente de Australia, Nueva Zelanda y Japón. Los dos primeros son además los únicos proveedores de ovino en el país. Por último, el foie gras crudo procede de dos países europeos: Hungría y Francia. No obstante, España también es proveedor de foie gras cocido.

La demanda se ha visto frenada por las barreras de acceso al mercado, que dependen del origen y de cada producto. Estas barreras exigen para la mayoría de estos productos la negociación de un protocolo de forma bilateral, producto por producto y país por país. Por el momento, España no está autorizada para exportar carnes frescas.

En el caso de los embutidos y jamón curado, se permite la exportación por parte de aquellas empresas españolas que hubiesen exportado con anterioridad al 9 de septiembre de 2018 previa presentación del Certificado Sanitario específico y obtención de la licencia de importación ante el DLD.

En cuanto a la carne de porcino, entre mayo y junio de 2020 se ha llevado a cabo la inspección del sistema sanitario español y de algunos establecimientos mediante videoconferencia, debido a la imposibilidad de viajar a España por parte de las autoridades tailandesas. Tras dicha inspección, no se han observado riesgos y por tanto se está negociando el acuerdo bilateral, el cual se prevé que sea por pre listado.

Respecto a la carne de vacuno, estaba prevista la inspección en España y otros países de la UE en noviembre de 2020. Sin embargo, debido a la situación de la COVID-19, la inspección se llevará a cabo finalmente en 2021 y, probablemente, de forma virtual.

Dada la potente industria aviar tailandesa, no está previsto que se negocie acuerdo bilateral para la carne de pollo, aunque sí para la genética aviar y PAP. Además, está prevista la inspección para el foie gras crudo.

Adicionalmente, los exportadores españoles han presentado la solicitud para la apertura del acuerdo bilateral de la carne de ovino.

A la espera de los acuerdos bilaterales, Tailandia podría permitir la exportación de carne desde España siempre que se satisfagan una serie de requisitos que vendrán determinados por la forma de presentación de la carne (fresca/congelada, procesada o curada) y a solicitud expresa del importador.

La imagen general de España entre los tailandeses es débil. En el caso de la gastronomía, ocurre lo mismo, aunque hay productos conocidos de la gastronomía española como el aceite, las aceitunas, el jamón o el chorizo. A pesar del desconocimiento por parte de los consumidores tailandeses, los alimentos españoles gozan del reconocimiento de los profesionales de la hostelería e industria alimentaria. Éstos valoran el excelente equilibrio entre calidad y precio de los productos españoles.

Por último, las oportunidades para las empresas españolas que deseen entrar en el mercado de la carne y los productos cárnicos en el país podrían llegar a ser considerables, aunque empezando de una forma modesta. Estas oportunidades están profundamente influenciadas por las barreras arancelarias impuestas.

Una vez se firme el acuerdo bilateral para la exportación de porcino y, posteriormente, el de vacuno y foie gras, se irá generando el marco que permitirá a las empresas realizar actividades a medio y largo plazo en publicidad, promoción y marketing con objeto de aumentar el conocimiento del público general de los productos cárnicos españoles.
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