Después de un año de trabajo intenso de todos los agentes de la cadena de valor alimentaria, desde la producción primaria hasta los consumidores, pasando por las industrias de elaboración, transformación y distribución, el comercio y la restauración, Cataluña ya dispone de un Plan estratégico de la alimentación que se iniciará en 2021 y llegará hasta el año 2026.

Su diseño ha sido el resultado de la integración de los trabajos de los diversos grupos de expertos y especialistas y de un proceso participativo abierto al sector ya la ciudadanía iniciado por el Departamento de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación ante la necesidad de disponer de una política alimentaria de país única y compartida con toda la sociedad y construida por todos los agentes que intervienen.

"Gracias, por tanto, a todos los que habéis participado. En total hemos recogido cerca de 600 propuestas que se han incorporado total o parcialmente al plan. Es así como hacemos país, como hacemos territorio, como hacemos más grande un sector crucial para la economía de Cataluña", ha manifestado la consellera de Agricultura, Teresa Jordà, en la rueda de prensa de presentación del Plan celebrada esta mañana en la sede del Departamento de Agricultura.

El Plan Estratégico de la alimentación de Cataluña apunta las bases para articular el Pacto nacional para la alimentación de Cataluña. Este Pacto debe permitir llevar a cabo una política agraria, pesquera, forestal y alimentaria propia, con una visión amplia y transversal que dé protagonismo a la producción local de alimentos y en nuestra cultura gastronómica.

El Plan se concreta en un primer nivel con 4 dimensiones, es decir, los grandes ámbitos que definen el sistema alimentario: sostenible, transformador y basado en la bioeconomía circular, propio y arraigado en el territorio, justo, equitativo y cohesionado y finalmente saludable y de confianza.

El segundo nivel son 10 objetivos estratégicos, retos que se derivan de las cuatro dimensiones y los elementos principales a los que se da respuesta. Para poder hacer operativos estos objetivos, el tercer nivel tiene previstas 20 líneas estratégicas, que se despliegan en 55 iniciativas (cuarto nivel) orientadas a alcanzar los objetivos marcados, y que, por tanto, constituyen el núcleo de la hoja de ruta.

La implementación efectiva de este cuarto nivel, el de las iniciativas, implica activar 301 actuaciones, que garantizan su abordaje sistémico. Entre estas actuaciones, cabe destacar 12 de transformadores, dirigidas a cambiar las lógicas del sistema actual y que tienen un impacto transversal en múltiples iniciativas.

Hay que destacar el alto impacto de las propuestas recogidas durante el proceso participativo abierto a todo el sector y la ciudadanía en la formulación de las iniciativas del PEAC. Del total de aportaciones recogidas, el 15% (88 propuestas) se incorporaron al documento como nuevas propuestas. El resto, el 68,8% (406 aportaciones), ya estaban parcialmente o totalmente previstas en el documento de partida, y en todo caso sirvieron para introducir modificaciones y matices sobre las actuaciones propuestas.

Únicamente el 16,2% (96 propuestas) no se incorporaron al documento para que trataban de un tema no relacionado con la alimentación, no estaban alineadas con los objetivos del Plan o trataban sobre una cuestión fuera del ámbito competencial que aborda el PEAC (en este caso, las propuestas se trasladaron a la Administración competente).