El proyecto europeo DAFIA, coordinado por el Instituto Tecnológico del Plástico AIMPLAS, ha dado un importante paso en la revalorización de residuos sólidos urbanos y desechos de la industria pesquera. Entre los productos obtenidos se encuentran envases barrera sostenibles y recubrimientos comestibles que alargan la vida de los alimentos, así como sustancias químicas para producir nuevos plásticos a partir de recursos de origen renovable.

Tomando como base residuos que en apariencia no tenían ningún valor, como la basura de los hogares y los deshechos de la industria pesquera, han conseguido extraer aditivos ignifugantes con aplicación en el sector de la automoción. En cuanto al campo de la alimentación, lo que se ha hallado es una solución alternativa y saludable de envasado. Y es que de los residuos de la industria pesquera se han podido obtener materiales alternativos al EVOH (de origen petroquímico) con propiedades barrera al oxígeno. Se trata de una formulación basada en gelatina que puede incorporarse al film del envase alimentario o envolver al propio alimento en forma de recubrimientos comestibles que permiten alargar su vida útil.