Carni Sostenibili, en representación del sector zootécnico italiano y de producción de carne (empresas y asociaciones) ha publicado en su web una carta abierta del profesor Giuseppe Pulina, su presidente, al ministro de Transición Ecológica, Roberto Cingolani. Según sostienen, las recientes declaraciones del ministro durante la reciente “Conferencia Preparatoria de la Estrategia Nacional de Desarrollo Sostenible” sobre los sistemas zootécnicos y las dietas ganaderas que incluyen el consumo de carne merecen alguna aclaración.

En la carta se reconoce la importante tarea encomendada a Cingolani de "llevar a Italia hacia un desarrollo sostenible que sepa conciliar la protección del medio ambiente y la productividad", un objetivo que dicen ser muy similar al de esta asociación, que trabaja en torno a la producción de "alimentos suficientes, accesibles y de alta calidad para satisfacer la creciente demanda mundial, impactando cada vez menos en el medio ambiente".

En este sentido, afirman desde Carni Sostenibili que el camino hasta la completa sostenibilidad es largo y que el sector espera convertirse en parte de la solución y no del problema. En la carta comparten las cifras "reales" del sector ganadero italiano, sosteniendo que la producción de carne en Italia contamina cada vez menos. 

Según afirman, "desde 1970 [Italia] ha reducido casi a la mitad las emisiones del principal gas de efecto invernadero, el metano". Así, si bien la FAO estimaría la incidencia de emisiones referidas a toda la ganadería (carne, leche y huevos) en un 14,5% a escala mundial, ISPRA lo haría en un 5,2% para Italia. En suma, añaden, "el sector cárnico, excluidos la leche y los huevos, cae por debajo del 10% en el primer caso y por debajo del 4% en el segundo".

De manera similar, "hoy en Italia podemos usar un 25% menos de agua que la media mundial para la producción de carne. En nuestro país, en una agricultura eficiente, el consumo de agua para un kilo de carne de vacuno es de alrededor de 790 litros. En general, todo el sector cárnico (bovino, avícola y porcino) utiliza entre el 80% y el 90% de los recursos hídricos que forman parte del ciclo natural del agua y que se devuelven al medio ambiente en forma de agua de lluvia, mientras que solo el 10-20% del agua necesaria para producir 1 kg de carne en realidad se consume".

Respecto del uso de antibióticos, Pulina recoge en su carta que "los últimos datos de la UE (EMA / ESVAC 2020), que registran una disminución histórica en las ventas de antibióticos en Italia en un 42% entre 2010 y 2018". En cuanto al empleo, afirman que en Italia "el sector ganadero (carne, leche y huevos) emplea a un total de 250.000 personas, está formado por 270.000 empresas agrícolas y transformadoras y genera una facturación para nuestro país de 40.000 millones de euros. Si, por el contrario, consideramos solo el sector cárnico (vacuno, porcino y avícola), los empleados en toda la cadena de suministro son unos 180.000, con una facturación generada de 30.000 millones de euros". Sobre el consumo de carne en Italia, este se encontraría "entre los más bajos de Europa y absolutamente en línea con las recomendaciones de la OMS". 

El presidente de Carni Sotenibili finaliza su carta mostrando su esperanza de que esta "intención de alinear los números y las investigaciones más recientes sobre el sector puedan representar una contribución concreta" al trabajo del ministro. Y añade que el mensaje que tratan de compartir es el compromiso del sector con los temas de la transición verde y aclara que "es cada vez más esencial contribuir a la difusión y el intercambio de información científicamente correcta".

En una nota publicada justo debajo de la carta, desde Carni Sostenibili informan de que tras la publicación de la misma el presidente Giuseppe Pulina fue contactado por el ministro de Transición Ecológica, Roberto Cingolani. Añaden que en breve se espera una reunión entre el exponente del gobierno y el presidente de la asociación y agradecen al ministro su atención, esperando que este sea el comienzo de un camino constructivo y colaborativo.