La Asociación Nacional de Industrias de la Carne de España (Anice) ha organizado una jornada, bajo el título Aterrizando la sostenibilidad al negocio en 115 minutos, dirigida a los directores generales de sus empresas asociadas con el objetivo de mostrarles cómo la sostenibilidad va a ser un concepto estratégico en el futuro de la industria cárnica y va a marcar la relación con los compradores y consumidores, su imagen ante la sociedad, su posibilidad de acceso a ciertos mercados y clientes, incluso a la hora de solicitar financiación bancaria.

Miguel Huerta, secretario general de ANICE, y Sergio Pérez, director comercial y de Economía Social de Cajamar, abrieron la jornada y dieron paso a los temas a abordar por cada ponente.
 
Horacio González Alemán, asesor externo en Asuntos Europeos de Anice y director de Thoffood, destacó los cambios en las expectativas de la sociedad hacia las empresas. Recordó las políticas que se están desarrollando en la Unión Europea, en el marco del Green Deal y la Estrategia de la Granja a la Mesa (F2F), cuyos retos principales son la descarbonización, la economía circular y la sostenibilidad. Aconsejó también a las empresas identificar las áreas de negocio que se van a ver afectadas por la implantación de las nuevas políticas legislativas en materia de sostenibilidad, estableciendo una estrategia para cada una de ellas e insistió en que la respuesta a este gran reto debe partir siempre de la Dirección General de la empresa.
 
Por su parte, Fernando Moraleda, consultor en Llorente y Cuenca, recordó los antecedentes de las políticas medioambientales, a nivel global y local, destacando que la sostenibilidad ha impactado en dos áreas concretas de la empresa: el compliance y la economía verde. Asimismo, resaltó que el cambio no corresponde a una única área de la empresa, sino que debe asumirse como óptica global y enfocar la sostenibilidad como una decisión estratégica de la empresa. Moraleda quiso hacer hincapié en el valor de la anticipación, ya que quien no asuma este cambio se verá obligado a hacerlo por obligación legal. Los fondos europeos también se presentan como un gran elemento de oportunidad, partiendo de sus dos ejes principales, sostenibilidad y digitalización, enlazados con un eje transversal que es la innovación, que abrirán el camino para anticiparse al cambio.
 
Carlos Enguix, responsable de Tecnologías de Envases de AINIA, expuso las dos grandes fuerzas que intervienen en los envases: la estrategia de economía circular y la tendencia de los consumidores a buscar soluciones sostenibles. En 2030, los envases deberán ser reciclables, lo que presenta un desafío sin precedentes que obligará a toda la cadena de envasado a reorientar su estrategia, desde productores de materiales, fabricantes, usuarios, hasta gestores de residuos, recicladores, etc. Por ello, recordó que es imprescindible aumentar la colaboración entre los eslabones de la cadena de valor del envase, desde su vida inicial hasta su reciclado final, para poder hacer frente a los retos que vienen.
 
Mercedes Cámara, secretaria adjunta de Anice, destacó el complejo escenario en materia de comunicación, lleno de ataques a los alimentos y a la carne, desincentivando el consumo de proteínas animales, con un efecto muy negativo sobre la imagen del sector. Repasó también la actualidad legislativa a nivel europeo, (Green Deal y F2F), así como los requisitos de etiquetado en materia de bienestar animal, medioambiente, nutrición, huella de carbono, etc. Hizo hincapié en que la transparencia y la responsabilidad social se imponen como dos elementos fundamentales en la comunicación con los consumidores. Finalizó su intervención destacando la preocupación por el Código de Conducta, en elaboración en la UE, con exigencias complejas de alcanzar y que pueden interferir en el funcionamiento del mercado.
 
Por su parte, Manuel Lainez, director de Lainez Biotrends, expuso, coincidiendo con el resto de ponentes, que la sostenibilidad afecta a toda la actividad de la empresa y debe incorporarse como uno de los retos globales que afrontan las industrias cárnicas. Para ello, las empresas tienen a su alcance herramientas como la organización, innovación, transformación digital, incorporación de nuevas tecnologías y una visión estratégica de cadena para cumplir con los objetivos medioambientales. No será posible reducir la huella de carbono del producto sin acometer lo que aportan a ella sus diferentes etapas. Manuel Lainez concluyó su intervención insistiendo en que se debe contar con más datos sobre la realidad del sector cárnico español, para actuar con conocimiento y contrarrestar los ataques y mensajes negativos sobre el sector.
 
Finalmente, Sergio Pérez, director comercial y de Economía Social de Cajamar, señaló la influencia y los efectos de los cambios regulatorios sobre sostenibilidad en las entidades financieras, lo que implica incorporar en los análisis de las operaciones crediticias los riesgos medioambientales y que condicionarán los costes de financiación. Resaltó también el interés de los fondos de inversión e inversores institucionales en los proyectos sostenibles.