Los ministros de ambos países avanzan en las conversaciones destinadas a reducir los precios y proteger los puestos de trabajo en los dos territorios. El acuerdo de libre comercio con Nueva Zelanda permitiría a Reino Unido importar carne y vino a un precio menor.

La secretaria de Comercio de Reino Unido, Liz Truss, tiene la esperanza de que el resultado sea fructífero en la ronda final de conversaciones con los líderes neozelandeses que tendrá lugar esta semana. Su equipo ya acordó el texto de un acuerdo preliminar que recortaría los aranceles sobre los productos de Nueva Zelanda que ingresan al Reino Unido, incluido el vino, el cordero y la carne de vacuno de Marlborough.

A cambio, Reino Unido enviaría más coches, ginebra y comida, dando un impulso a marcas icónicas como Mr Kipling cakes y Yorkshire Tea. Los productos de Nueva Zelanda se ven afectados actualmente con un impuesto de importación del 20% establecido por la UE, que ahora puede eliminarse debido al Brexit. Gran Bretaña está dispuesta a eliminarlos si Nueva Zelanda recorta los aranceles a las exportaciones, incluidos los automóviles.

Nueva Zelanda tiene una larga historia comercial con el Reino Unido, enviándoles la mitad de todas sus exportaciones en la década de 1960, pero disminuyó después de que Reino Unido se uniera a la incipiente UE en 1973. Un tercio de sus autobuses importados se fabricaron en Leeds y Falkirk, pero actualmente enfrentan un arancel del 5%.