El procesador de carne de cerdo estadounidense Seaboard Foods quiere retrasar 10 meses y medio la decisión de un tribunal federal que lo obligaría a reducir la velocidad de la matanza de cerdos en una enorme planta de carne de cerdo de Oklahoma, según documentos judiciales.

El segundo mayor productor de cerdos de EE. UU. busca así intervenir en la velocidad de línea después de que un juez federal fallara en contra de una política de la administración Trump que permite que las plantas de carne de cerdo operen a velocidades de línea de sacrificio tan rápido como quieran, siempre que eviten la contaminación fecal y minimicen las bacterias.

No obstante, Seaboard puede perder. La administración de Biden ha tratado de enfatizar la seguridad de los trabajadores y no se espera que desafíe a la corte.

Seaboard aceleró sus instalaciones en Guymon, Oklahoma, el año pasado. Los trabajadores dijeron a Reuters que las velocidades de línea más rápidas aumentaron las lesiones en la planta.

Una demanda presentada contra el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) por el Sindicato de Trabajadores de Alimentos y Comerciales Unidos (UFCW) había desafiado la regla de 2019 por preocupaciones sobre la seguridad de los trabajadores.

Un juez del Tribunal de Distrito de los Estados Unidos en Minnesota anuló la regla el 31 de marzo, pero suspendió la decisión durante 90 días para dar tiempo a las empresas y a la administración de Biden para adaptarse.

Seaboard dijo en documentos judiciales el pasado viernes que necesitará 313 días más para eliminar el exceso de cerdos de su proceso de producción si se requiere que la compañía vuelva a velocidades de procesamiento más lentas.