Las medidas por la covid-19 provocaron un aumento en el consumo doméstico de productos cárnicos en Bélgica. Como resultado, la tendencia ligeramente descendente de los últimos años se revirtió en un aumento de volumen del ocho por ciento. Esto se desprende de los datos que el Centro Flamenco de Comercialización Agropecuaria (VLAM) compra a la agencia de investigación de mercado GfK Belgium, que supervisa las compras de seis mil familias belgas para el consumo doméstico.

Este aumento fue más notable en los grupos de población que normalmente comen fuera con relativa más frecuencia, como los solteros, las familias más jóvenes y los grupos sociales más altos. A nivel de producción, los productos salados (jamón crudo y ahumado y tocino cortado en cubitos) fueron los que más treparon y en términos de canales de compra este fue un año de fuerte crecimiento para el canal discount (Aldi y Lidl).

Específicamente para las carnes procesadas, se observó un aumento del trece por ciento en el gasto y del ocho por ciento en el volumen. Un belga promedio compró 10,9 kg de carnes procesadas en 2020, en comparación con 10,1 kg per cápita en 2019. El Covid-19 puso fin a la tendencia ligeramente descendente de los últimos años. Especialmente durante el primer cierre, el consumo doméstico de productos cárnicos aumentó en un trece por ciento.

El precio medio de las carnes procesadas pasó de 12,1 a 12,6 euros el kg, por lo que el gasto aumentó con más fuerza que el volumen en 2020, es decir, un trece por ciento. En total, los belgas gastaron más de 1.500 millones de euros en carnes procesadas en 2020.

La cuota de mercado de hard discount (Aldi y Lidl) ya estaba aumentando y siguió aumentando en 2020. El 36 por ciento del volumen de carnes procesadas pasa ahora por caja en el canal discount, lo que hace que el descuento fuerte sea un canal de compra igualmente importante que hipermercados y grandes supermercados.