La Asociación Española de Productores de Vacuno de Carne, Asoprovac, acaba de remitir una carta/artículo de opinión de su presidente, Ricard Gòdia, presidente de Asoprovac. En ella, Gòdia, respecto a las declaraciones del ministro de Consumo, Alberto Garzón, sobre el consumo de carne, estima que "la rápida y contundente respuesta del sector ganadero, por parte de las seis interprofesionales cárnicas, provocó la atención de los medios de comunicación y situó en primer plano una campaña que posiblemente habría tenido una repercusión más bien discreta. Esta vez se traspasó una línea roja por el hecho de que los ataques provenían de un señor ministro, y por ello decidimos decir basta a esta injusta criminalización".

Para Gòdia, la noticia se ha tratado desde un punto de vista ideológico polarizando "posiciones entre partidarios y detractores de la carne con mensajes adulterados según el sesgo político del emisor. El primer mensaje tendencioso fue el del propio ministro Garzón, que formuló una mezcla de afirmaciones demagógicas y alarmistas más propias de alguna organización animalista que de un representante del Gobierno".

Continúa asegurando que hay "mensajes que han sido rebatidos en múltiples ocasiones, se continúen emitiendo". Añade también que se están utilizando cifras mundiales "ara catalogar nuestras emisiones. Los sistemas europeos de producción emiten 5 veces menos en relación a producciones de Sudamérica porque somos más eficientes en el uso de alimentos y en el manejo. Es así porque los escasos márgenes con los que trabajamos nos obligan a ser eficientes y precisos en aspectos como la alimentación para minimizar pérdidas".

Gòdia considera también que se repiten mensajes como el incremento del consumo de carne durante 2020 ante lo que asegura que "no podía ser de otra manera si la restauración estuvo cerrada muchos meses por la pandemia. En conjunto, el consumo se reduce y aún hay quien querría que la carne fuese un producto elitista solo apto para bolsillos privilegiados".

Aprovecha para denunciar "el trasfondo animalista de determinadas campañas, y los intereses corporativos de los productores de proteína alternativa o, mejor dicho, ultra-procesada. No se entiende de otra manera esta agresividad, teniendo en cuenta el discreto efecto de la dieta en las emisiones globales, que no llega al 8%. Se está dando a la ciudadanía un mensaje tan perverso como falso haciéndola creer que reduciendo el consumo de carne uno puede ir de vacaciones al otro lado del mundo habiendo compensado las emisiones".

El presidente de Asoprovac finaliza asegurando que desde esta asociación y la interprofesional Provacuno seguirán comunicando en positivo ya que "no estamos escondiendo la cabeza bajo el ala, tenemos identificados todos los puntos a mejorar y continuaremos explicando los esfuerzos e innovaciones que realizamos en nuestras granjas. Mientras, si se nos permite, seguiremos suministrando proteína natural, de proximidad y de la mejor calidad, a quien esté dispuesto a valorarla".