Jueves, 18 de abril de 2024
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El USDA espera que Japón recupere los niveles de importación de carne en 2022
El USDA espera que Japón recupere los niveles de importación de carne en 2022
El USDA acaba de dar a conocer un nuevo informe de previsiones sobre la evolución de la industria cárnica de vacuno y porcino en Japón durante el próximo año.
Según sus estimaciones, de cara a 2022 va a haber un ligero crecimiento en la producción local. Esto, junto a la evolución de las restricciones con motivo de la covid-19 tanto en el canal foodservice como en el mantenimiento de medidas como el teletrabajo va a provocar que el país no vea incrementadas sus importaciones cárnicas a un fuerte ritmo
En el caso del vacuno, para 2022 se espera que haya una subida del sacrificio del 10%. Esto llega tras los incentivos gubernamentales a la producción ganadera local. La producción cárnica alcanzará las 480.000 t y para 2022 sería de 485.000 t.
La demanda de esta carne crecerá en 2022 un 0,5% sobre 2021, pero aún así estará por debajo de los niveles de 2019. Los crecientes casos de COVID-19 y las pautas gubernamentales en torno a la enfermedad han continuado limitando el movimiento y la congregación de personas en Tokio y otras áreas urbanas importantes a lo largo de 2021, lo que ralentiza la demanda de restaurantes y el canal foodservice que representan más del 60% del consumo de carne de vacuno en el país. Para 2021 el USDA estima que la demanda llegará a 1,3 millones de t.
En cuanto a la importación, el USDA estima que para 2022 las importaciones de carne de vacuno de Japón serán más altas que las de 2021 y 2020, unas 835.000 t, volviendo a la tendencia pandémica anterior a la covid-19 de aumento de las importaciones de carne de vacuno año tras año.
Respecto al porcino, la producción local crecerá en 2022 y ya lo ha hecho, un 1,4%, en la primera mitad de 2021 en cuanto a sacrificios. Se cifra en 1,32 millones de t para 2021 y en 1,34 millones de t para 2022.
En este caso, la demanda de carne de porcino en los hogares se ha mantenido estable e incluso ha crecido en 2021 frente a lo que ha ocurrido con el vacuno. El crecimiento se ha centrado sobre todo en los elaborados cárnicos. La demanda rondaría los 2,68 millones de t y para 2022 podría llegar a 2,74 milones de t.
En cuanto a la importación, en la primera mitad de 2021 ha bajado en un 5% sobre 2020, sobre todo la carne de cerdo congelada que es la más demandada para el canal foodservice. La industria atribuye el bajo número de importaciones a los altos precios mundiales de la carne de cerdo congelada por la gran demanda desde China. En respuesta, los importadores japoneses confiaron en las existencias e importaron lo suficiente para cubrir la demanda actual, lo que hizo que las importaciones de Europa cayeran un 12%. Se proyecta que esta tendencia continuará en la segunda mitad de 2021.
Según sus estimaciones, de cara a 2022 va a haber un ligero crecimiento en la producción local. Esto, junto a la evolución de las restricciones con motivo de la covid-19 tanto en el canal foodservice como en el mantenimiento de medidas como el teletrabajo va a provocar que el país no vea incrementadas sus importaciones cárnicas a un fuerte ritmo
En el caso del vacuno, para 2022 se espera que haya una subida del sacrificio del 10%. Esto llega tras los incentivos gubernamentales a la producción ganadera local. La producción cárnica alcanzará las 480.000 t y para 2022 sería de 485.000 t.
La demanda de esta carne crecerá en 2022 un 0,5% sobre 2021, pero aún así estará por debajo de los niveles de 2019. Los crecientes casos de COVID-19 y las pautas gubernamentales en torno a la enfermedad han continuado limitando el movimiento y la congregación de personas en Tokio y otras áreas urbanas importantes a lo largo de 2021, lo que ralentiza la demanda de restaurantes y el canal foodservice que representan más del 60% del consumo de carne de vacuno en el país. Para 2021 el USDA estima que la demanda llegará a 1,3 millones de t.
En cuanto a la importación, el USDA estima que para 2022 las importaciones de carne de vacuno de Japón serán más altas que las de 2021 y 2020, unas 835.000 t, volviendo a la tendencia pandémica anterior a la covid-19 de aumento de las importaciones de carne de vacuno año tras año.
Respecto al porcino, la producción local crecerá en 2022 y ya lo ha hecho, un 1,4%, en la primera mitad de 2021 en cuanto a sacrificios. Se cifra en 1,32 millones de t para 2021 y en 1,34 millones de t para 2022.
En este caso, la demanda de carne de porcino en los hogares se ha mantenido estable e incluso ha crecido en 2021 frente a lo que ha ocurrido con el vacuno. El crecimiento se ha centrado sobre todo en los elaborados cárnicos. La demanda rondaría los 2,68 millones de t y para 2022 podría llegar a 2,74 milones de t.
En cuanto a la importación, en la primera mitad de 2021 ha bajado en un 5% sobre 2020, sobre todo la carne de cerdo congelada que es la más demandada para el canal foodservice. La industria atribuye el bajo número de importaciones a los altos precios mundiales de la carne de cerdo congelada por la gran demanda desde China. En respuesta, los importadores japoneses confiaron en las existencias e importaron lo suficiente para cubrir la demanda actual, lo que hizo que las importaciones de Europa cayeran un 12%. Se proyecta que esta tendencia continuará en la segunda mitad de 2021.
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