El Ministerio de Agriclutura brasileño se encuentra investigando un posible caso de encefalopatía espongiforme bovina que ha sido detectado en un animal en el estado sureste de Minas Gerais.

Sería el primer caso de esta enfermedad que se descubre en Brasil desde el año 2019 cuando se detectó otro caso en el estado de Mato Grosso. En aquella ocasión, el animal en el que se detectó la EEB tenía 17 años y su carne no entró en la cadena alimentaria.

De confirmarse el caso de EEB, al igual que ocurrió en otras ocasiones, los efectos podrían ser inmediatos en la paralización de las exportaciones a determinados países y, por tanto, afectaría al resto de la cadena ganadera y cárnica con fuertes pérdidas y la bajada del precio del ganado.