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Lo que tiene jugar en la Champions

Editorial del número 299 de EUROCARNE

Escribimos estas líneas montados en el AVE, camino del Congreso Aecoc de Productos Cárnicos y Elaborados en Lleida, un evento que se ha convertido en una cita ineludible para el sector al dar cita a empresarios cárnicos y a una buena representación de la distribución comercial, sus clientes más inmediatos. De lo que allí ocurra les daremos cuenta en nuestro siguiente número, que va a ser una edición muy especial con motivo de llegar a nuestro número 300.

Son muchas las sorpresas que estamos preparando con tal motivo y, al buscar en el baúl de los recuerdos, hemos vuelto a una época en la que la industria cárnica española apenas si exportaba debido a enfermedades animales además de otras consideraciones que impedían obtener beneficios del comercio exterior. Exportar por aquel entonces era una auténtica quimera para las empresas que estaban faltas tanto de dimensión productiva en muchos casos como de un departamento específico para ello. Hablamos de cifras como las 74.245 t de carne y productos cárnicos exportadas en 1991 frente a los 3,5 millones de toneladas exportadas en 2020 fundamentalmente debido al éxito del porcino español en China.

Pero, obviamente, todo yin tiene su yang. Somos un gigante que juega en la Champions de las ventas de porcino a nivel mundial, pero comenzamos a tener los mismos problemas que tienen los grandes países exportadores. Hace poco conocíamos que China había dejado fuera de las listas de empresas autorizadas para exportar a su mercado a seis mataderos.

Expertos en esto son ya buena parte de las grandes compañías australianas, brasileñas, argentinas y uruguayas que deben sufrir la gota malaya que suponen las auditorías y controles en frontera de las autoridades chinas. Muchas veces este tipo de retrocesos son debidos casi a ordenes de arriba con las que se busca frenar el ritmo importador y que las empresas exportadoras redoblen su atención en los procesos y, al tiempo, también bajen el precio de sus productos. Cosas así se han visto, créannos.

Estas son las primeras lecciones que nos toca aprender al jugar en la Champions del mercado cárnico internacional junto a la necesidad de seguir diversificando los esfuerzos exportadores para evitar sufrir este tipo de problemas.

¡Les esperamos en nuestro número 300!
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