El gobierno francés ha emitido un reglamento por el que desde el 1 de enero de 2022 los contratos plurianuales serán obligatorios para trabajar con una gran proporción de los ganaderos de vacuno y porcino y desde mediados de 2022 también los ganaderos de bovinos jóvenes. Todos los demás sectores deberán cambiar a contratos de suministro plurianuales a partir del 1 de enero de 2023 a más tardar, a menos que se prevea una exención.

Para la compra y venta de carne vacuna, las partes involucradas deben acordar un límite superior e inferior a partir del cambio de año, entre los cuales el precio puede fluctuar. Para esta medida, que tiene la intención de ser un experimento, la asociación industrial pertinente elaborará un contrato estándar.

El umbral por debajo del cual los pequeños agricultores y transformadores deben quedar exentos de la obligación de celebrar contratos plurianuales aún debe determinarse. Se está discutiendo un enfoque basado en la rotación; en el sector lácteo este umbral es de 700.000 euros.