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El ICEX presenta una nueva edición de su informe sobre las posibilidades que el mercado japonés tiene para la carne de cerdo española

ICEX España Exportación e Inversiones acaba de hacer público una nueva edición del informe "El mercado de la carne de porcino en Japón" que periódicamente se elabora desde la Oficina Económica y Comercial de la Embajada de España en Tokio y que está disponible en este enlace.

De acuerdo con el informe, Japón es el segundo mayor importador de carne de cerdo del mundo, llegando a importar 923.835 toneladas de carne en 2020 por lo que el hecho de que la carne de porcino sea uno de los productos alimenticios más importados en el país lo convierte en un mercado estratégico.

Japón es actualmente el tercer país del mundo al que España exporta más carne de porcino en términos de valor, solo superado por China y Francia, en primer y segundo puesto, respectivamente. En torno al 60 % de las exportaciones agroalimentarias a Japón pertenecen a productos de carne de porcino, situándola como el principal producto de las exportaciones españolas a Japón.

España ha exportado en 2020 103.643 toneladas y 56.353 millones de JPY (unos 462 millones de €): esto significa un incremento del valor del 20,6 % en los últimos cuatro años. Nuestro país es el principal exportador europeo a este mercado solo superado por Estados Unidos y Canadá a nivel mundial. El 97,9 % del valor de nuestras exportaciones de carne de porcino fueron de carne congelada, un 1,75 % de jamón curado, 0,3 % de preparaciones de carne y apenas un 0,03 % de carne fresca o refrigerada. La lejanía geográfica es la principal razón de las bajas cifras de exportación española de carne fresca o refrigerada, que obliga a utilizar la vía aérea, más cara, para transportar la carne española.

Respecto al producto curado, España destaca en la exportación de jamón sin deshuesar, donde es el mayor exportador (con 272 toneladas). En el caso del jamón deshuesado, España es el segundo país exportador (447 toneladas), siendo el primero Italia. La mayor parte de la demanda japonesa de jamón español es de capa blanca, mientras que el cerdo ibérico goza de una posición más modesta.

Las exportaciones españolas de preparaciones de carne a Japón son de carácter residual, situándose como el octavo mayor exportador en 2020. Las cifras de exportación alcanzan las 118 toneladas y los 186 millones de JPY (1,5 millones de €).

La entrada en vigor en febrero de 2019 del Acuerdo de Asociación Económica entre la Unión Europea y Japón, y la consecuente reducción de aranceles que produjo, contribuyó a que el volumen de las exportaciones españolas a Japón siguiese aumentando, y permitió la protección en el mercado japonés de tres denominaciones de origen españolas. En este último año las importaciones de productos cárnicos de cerdo en su conjunto han disminuido ligeramente debido, en gran parte, al cierre temporal de los restaurantes durante la pandemia global. A pesar de ello, se debe destacar la tendencia creciente del mercado en los años anteriores a la situación excepcional de pandemia, que indica un sector fuerte con expectativas positivas.

En términos de demanda, el mayor consumo de carne se localiza en la población joven (15-29 años), aunque en los últimos años ha aumentado el consumo entre los grupos de mayor edad. La demanda principal de jamón español se realiza en el consumo en canal Horeca, principalmente en restaurantes españoles, aunque la compra en supermercados (en formato lonchas) se encuentra en aumento. Con respecto a las patas de jamón ibérico, su venta se localiza exclusivamente en restaurantes españoles, no existiendo prácticamente venta al consumidor final.

Los precios varían según el tipo de producto: la carne de porcino presenta precios homogéneos, mientras que la carne fresca y refrigerada muestra una gran disparidad, con España como uno de los países con mayor precio por kilo; el jamón curado sin deshuesar español, al igual que el deshuesado, está algo por encima de la media de países. Las preparaciones de carne españolas son las más caras del mercado.

La percepción del producto español no está consolidada, a excepción de productos de alta gama como el jamón ibérico. El mercado no está muy concienciado con respecto a las diferencias en calidad y sabor de cada tipo de carne de porcino, por lo que generalmente se decantan por la variable precio.

Con respecto a los canales de distribución, en Japón destaca la alta cantidad de intermediarios entre el importador y el consumidor final, que eleva los costes de intermediación. Los principales canales son Horeca, venta minorista en grandes superficies y carnicerías especializadas.

A la hora de exportar productos cárnicos a Japón se recomienda contar con el apoyo de un agente local o importador. En su defecto, también se puede entrar en el mercado a través de un gran procesador o fabricante japonés de carne.

Las perspectivas del sector son positivas, pues se espera a corto plazo un restablecimiento de los niveles de consumo en Horeca previos a la pandemia y una continuación del lento ritmo de crecimiento anual registrado antes de la COVID-19 que Euromonitor estima cercano al 1,6 % en los próximos 5 años.

Otros factores, como el envejecimiento de la población, la inserción de la mujer en el mercado laboral, la concentración de la población en áreas metropolitanas, el auge de la comida sana en formato bento y el creciente interés entre los consumidores japoneses por la cultura gastronómica española, ofrecen numerosas oportunidades a tener en consideración. En conclusión, el mercado de la carne de porcino en Japón presenta numerosas posibilidades de introducción o expansión para la empresa española.
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