La Asociación Nacional de Ganaderos de Carne (NCBA) de EE.UU. pidió al secretario Vilsack que suspenda inmediatamente todas las importaciones de carne fresca de Brasil a Estados Unidos. En la carta al USDA, la NCBA solicitó una suspensión hasta que la agencia lleve a cabo una evaluación de riesgos exhaustiva y una revisión de los procesos que utiliza el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Abastecimiento de Alimentos (MAPA) de Brasil para detectar enfermedades y otras amenazas a los consumidores. La NCBA también instó al USDA a revisar el sistema de laboratorio de diagnóstico veterinario de Brasil.

"Es hora de mantener la carne fresca brasileña fuera de este país hasta que el USDA pueda confirmar que Brasil cumple con los mismos estándares de seguridad alimentaria y de consumo que aplicamos a todos nuestros socios comerciales", dijo el vicepresidente de Asuntos Gubernamentales de la NCBA, Ethan Lane.

"La NCBA ha expresado durante mucho tiempo su preocupación por el historial de Brasil de no informar de los casos atípicos de EEB de manera oportuna, un patrón que se remonta a 2012. Su pobre historial y su falta de transparencia plantean serias dudas sobre la capacidad de Brasil para producir ganado y carne de res a un nivel de seguridad equivalente al de los productores estadounidenses. Si no pueden cumplir con ese estándar, su producto no tiene lugar aquí", agregó Lane.

Dea cuerdo con la NCBA, según informes publicados por la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE), Brasil tardó más de ocho semanas en notificar dos casos confirmados de encefalopatía espongiforme bovina atípica (EEB). La OIE exige que los países notifiquen en un plazo de 24 horas cualquier evento de enfermedad animal que pueda ser motivo de preocupación internacional para emergencias de salud pública.

Después de la devastación del mercado de 2003, los productores de ganado estadounidenses han trabajado diligentemente para proteger a los consumidores y restaurar la confianza tanto en el país como en el extranjero. Los agricultores y ganaderos se benefician enormemente de la demanda de carne de res que se basa en un compromiso con la integridad, la transparencia y los más altos estándares científicos. "La confianza del consumidor que nuestros productores han trabajado tan duro para construir no debe ser puesta en peligro por ningún país que busque tomar atajos u ocultar la verdad sobre las preocupaciones sobre la seguridad alimentaria. Las empresas de carne de res brasileñas deben demostrar que son dignas de tener acceso a los consumidores estadounidenses", asegura la NCBA