La empresa FrigoAsunción reconoció que adeuda a trabajadores, al Instituto de Previsión Social (IPS), así como a acreedores, y atribuyó esta situación a los efectos económicos de la pandemia del Covid-19. Tras las denuncias de irregularidades, la planta busca un acuerdo para pagos fraccionados y niega una posible quiebra como casos anteriores.

El presidente de la empresa cárnica y representante del grupo de inversionistas chilenos, Cristian Vicuña, comentó que las inestables condiciones de mercado limitaron las exportaciones y, por tanto, los ingresos de la planta que opera desde hace un año y medio. “Efectivamente nosotros estamos pasando por una situación crítica, la pandemia nos ha dificultado mucho; hemos tenido atrasos, inhabilitaciones, hemos tenido problemas en la distribución, hemos tenido menor cantidad de ganado, hemos tenido fuego. Somos una empresa extranjera que nos ha costado insertarnos en el mercado, no es tan fácil”, argumentó.

Sobre la denuncia de los trabajadores, aceptó en parte las acusaciones, mientras que rechazó las que están relacionadas al ámbito de bioseguridad e inocuidad.

Sobre el primer punto, coincidió con las quejas presentadas ante el Ministerio de Trabajo acerca de un pago parcial de aguinaldo y salario, así como al IPS, aunque no detalló los montos adeudados. En total detectó 63 casos que, según explicó, se tratarán de forma individual, teniendo en cuenta que hay suspensiones, despidos y autodespidos.

Al respecto, su abogado, Agustín Olazar, mencionó que hoy presentará en la tripartita convocada por el Gobierno un plan de pago de deudas de forma fraccionada, ya que es imposible cumplir con el 100% inmediatamente. A esto se suma un acuerdo para posibles reincorporaciones. La misma propuesta de regularización de pagos se extenderá a los acreedores.

A pesar de estas dificultades económicas, Vicuña dijo que la empresa no avizora una quiebra y, en ese sentido, descartó que cierre como el antiguo frigorífico San Pedro, que en el 2015 desencadenó en una serie de inconvenientes por un default financiero.

De acuerdo con Vicuña, actualmente están trabajando en la planta poco más de 100 personas, de los más de 200 empleados que contrató al principio.

En cuanto a las denuncias de irregularidades en la bioseguridad, dijo que se trata solo de rumores y que la planta cumple con las medidas en medio de una constante fiscalización del Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal.

Fuente: financialpost.com