El ICEX acaba de publicar un estudio sobre el mercado del jamón y los embutidos en Brasil (datos 2016 - 2020). 

España es el primer exportador de jamón y embutidos a Brasil. En 2020, según las informaciones publicadas por UN Comtrade, el 98,18% del jamón importado en el país procedía de España. Sin embargo, en el caso de los embutidos, Italia es el país que lidera las exportaciones a Brasil con una cuota de mercado del 47,91%, habiéndose impuesto en los últimos años a España, que sigue de cerca al país transalpino con un share del 44%. 

Tras presentar la definición y características del sector, el estudio el estudio analiza la oferta y la demanda, así como los precios y la percepción del producto español. Informa sobre los canales de distribución, el acceso al mercado, las perspectivas y las oportunidades del sector. Recoge información práctica y otros datos de interés.

La pandemia del coronavirus azotó con fuerza la demanda de jamón en Brasil, que se redujo en prácticamente la mitad con respecto al pasado curso. Entre las razones pueden explicar este comportamiento del mercado, la principal es que el jamón no es considerado un bien esencial o de primera necesidad. Sin embargo, los efectos de la pandemia pasaron prácticamente inadvertidos para la demanda exterior de embutidos, que continuó con su crecimiento en Brasil. España también mejoró en un 6,18%. sus cifras de exportación de embutidos a Brasil con respecto a las registradas en 2019.

Los productos agroalimentarios españoles tienen por lo general una excelente percepción para el consumidor brasileño, que los considera de primera calidad. Los embutidos todavía no gozan del reconocimiento que tiene el jamón curado español, sin embargo, sí que tienen una buena aceptación. El mercado aún está en proceso de maduración, los embutidos españoles aún no tienen la presencia de los italianos – muy presentes en punto de venta – y hay falta de conocimiento de productos como el chorizo o el lomo.

El principal agente de entrada en la cadena de distribución brasileña es el importador-distribuidor, aunque cada vez es más común que sean las propias cadenas de supermercados quienes realicen importación de manera directa, comprando al exportador. Los supermercados representan la mayor parte de las ventas del jamón y los embutidos en Brasil. Existen grandes cadenas de distribución que operan a nivel nacional como Carrefour, Grupo Pão de Açúcar, Walmart, entre otros. En el caso del jamón ibérico, el canal de distribución HORECA tiene más peso que para el jamón serrano.

La principal barrera de entrada que enfrentan tanto el jamón como los embutidos son las gravosas cargas tributarias que tienen que asumir los países que no forman parte del Mercosur para introducir sus mercancías en Brasil. En cuanto al jamón, el impuesto a la importación o arancel que tiene que soportar es actualmente del 9%, mientras que en el caso de los embutidos el arancel es ligeramente superior, un 14,4%. Además, los embutidos deben pagar también otros dos impuestos que el jamón no: el PIS/PASEP (2,1%) y el COFINS (9,65%).

Por otra parte, es necesario cumplir con una estricta reglamentación para la importación a Brasil de productos de origen animal, cuyas pautas y criterios establecidos son establecidas por el Ministerio de Agricultura, Pecuaria y Abastecimiento (MAPA), quien dictamina un procedimiento de autorización y registro en el Departamento de Inspeção de Produtos de Origem Animal (DIPOA).

La imagen que el jamón español, también conocido como jamón curado (presunto cru), tiene en el mercado brasileño es muy positiva. Se percibe como un producto gourmet de alta calidad. La proliferación de restaurantes españoles en Brasil, la imagen positiva y vanguardista de la gastronomía española y el interés creciente en productos de calidad y la sofisticación de los hábitos del consumo, son aspectos muy para tener en cuenta de cara al futuro.

Por tanto, las perspectivas sobre el desarrollo del sector en los años venideros son positivas y optimistas. Brasil es un mercado aún por madurar en el consumo del jamón y los embutidos. No existe una gran competencia de empresas que fabriquen jamón y embutidos de calidad en el ámbito nacional, aunque sí productos locales que tratan de imitar el producto europeo.

Como conclusión, se presenta un breve análisis DAFO (debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades) del mercado de jamón y embutidos en Brasil (en la imagen).

El estudio completo puede consultarse, previo registro, en este enlace.