El próximo 12 de febrero se va a celebrar el Día Internacional de la Fabada y la firma cárnica toledana Emcesa quiere dar la relevancia que merece esta ocasión a través de uno de sus productos, el compango para fabada,  un combinado de variedades cárnicas saladas: chorizo y morcilla ahumados, panceta ahumada y punta de jamón especialmente concebido para la preparación de este guiso y que aporta personalidad propia a estas recetas. El responsable tanto del sabor como del color.

La morcilla del compango es negra. Es muy característico en este caso la fuerza del sabor. El ahumado y la cebolla son las responsables de esos matices que cualquier paladar es capaz de distinguir. La morcilla suele ser un ingrediente que se añade al final para evitar que se desmenuce en la receta. También el sabor del chorizo del compango es muy marcado, lo mismo que su color. En este caso la incorporación de este elemento, también ahumado, se realiza mucho antes que la morcilla. Y, por último, la panceta ahumada y la punta de jamón serán los elementos que completen el compango y que junto a la morcilla y el chorizo dotan al plato de consistencia.

Emcesa elabora productos cárnicos en los que combina la tradición y la innovación. Para ello, cuenta con un equipo de profesionales titulados en disciplinas relacionadas con la sanidad y la elaboración de alimentos (biólogos, nutricionistas, veterinarios, tecnólogos de alimentos, agrónomos, etc.) y ha realizado continuas inversiones en tecnologías que ayudan al control de los parámetros que influyen en la calidad de los productos.

“Cumplimos con la máxima calidad gracias a nuestros productos elaborados con materias primas de proveedores locales y pensados tanto para el consumo doméstico como para el canal Horeca y colectividades, respetando los valores representados en los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas”, explica Javier Mancebo, director general de Emcesa.