Entidades encargadas de la inspección laboral en la región alemana de Renania del Norte-Westfalia y de Países Bajos han detectado graves abusos a trabajadores de la industria cárnica en este último país tras realizar una inspección en sus alojamientos durante el pasado fin de semana. Los operarios trabajaban a través de agencias de empleo en Países Bajos y residían en Alemania.

En concreto, la inspección revisó seis viviendas ubicadas en Geldern y Emmerich, Alemania, en relación a sus normas de construcción, calidad de vivienda, hacinamiento y normas de higiene. La auditoría conjunta de la Inspección de Trabajo holandesa y alemana confirmó la sospecha de que los trabajadores, principalmente de Rumanía y Bulgaria, estaban viviendo en malas condiciones "desfavorecidos por las agencias de empleo en la zona fronteriza germano-holandesa".

Las viviendas que tenían asignadas no cumplían con las condiciones higiiénico-sanitarias mínimas y tras hablar con los trabajadores la Inspección de Trabajo sospecha de que se habría incumplido las leyes laborales en relación al número mínimo de horas y el salario que estaban percibiendo.

En total, fueron entrevistados más de 140 personas durante los dos días de controles. La acción de control fue iniciada y coordinada por el Ministerio del Interior, Asuntos Municipales, Construcción e Igualdad del estado de Renania del Norte-Westfalia.

Muchos empleados están alojados en viviendas colectivas en Alemania y trabajan en los Países Bajos a través de agencias de empleo, que principalmente prestan empleados a la industria de procesamiento de carne.