Mucho antes de que el Reino Unido cortara los lazos con la UE estaba claro que las interrupciones en el comercio y el suministro de mano de obra no se podían evitar por completo después del Brexit y que la industria necesitaría algo de tiempo para acostumbrarse a los nuevos controles y trámites aduaneros.

Sin embargo, al Brexit se han sumado una serie de eventos imprevistos que agravaron el impacto en el mercado de la carne de cerdo.

Asi´, la pandemia de Covid-19 fue un factor importante que exacerbó los problemas esperados de escasez de mano de obra en las plantas de sacrificio y la logística. Causó una acumulación de cerdos destinados a los mataderos que quedaron varados en las granjas y retrasos en el comercio y la distribución.

Los efectos de esto todavía se sienten en la industria. Mientras tanto, la dinámica cambiante del comercio mundial ha llevado a un exceso de oferta en el mercado europeo de la carne de cerdo, lo que, junto con las presiones inflacionarias del lado de los costos, está reduciendo los márgenes de los productores y procesadores y creando una presión adicional en la cadena de suministro, tanto en la UE y en el Reino Unido.

Aunque ha pasado un año desde que Brexit entró en vigor por completo, parte del impacto aún está por llegar. En los próximos años, las relaciones comerciales entre la UE y el Reino Unido seguirán evolucionando y es probable que se establezcan nuevos acuerdos entre el Reino Unido y otros terceros países. A pesar de los crecientes costes comerciales, se espera que el comercio de carne de cerdo entre la UE y el Reino Unido continúe en el futuro, sobre la base de relaciones comerciales mutuamente beneficiosas de larga duración.

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