Rasmus Preh, ministro de Agricultura de Dinamarca, ha anunciado que el gobierno de este país va a tener una "etiqueta climática" controlada por el Estado en la que se verifique e identifique el grado de respeto medioambiental que tienen tras su producción y elaboración.

Para ello, ha anunciado una inversión inicial de 9 millones de coronas danesas, unos 1,21 millones de euros. Esperan que esté lista en un año.

Según el Ministerio danés, la etiqueta climática debe ayudar a los consumidores a tomar decisiones ecológicas al comprar. Al mismo tiempo, debe impulsar la producción de alimentos en una dirección más respetuosa con el clima. También contribuirá a que Dinamarca alcance los objetivos mundiales de la ONU de la mejor manera posible, especialmente el objetivo 12 para garantizar un consumo y formas de producción sostenibles.

Una etiqueta climática controlada por el estado debe garantizar que haya una etiqueta climática común en la que los consumidores puedan confiar y que el comercio minorista y la industria alimentaria utilicen ampliamente.

Según el ministro, “los daneses quieren comer de forma más respetuosa con el clima. Pero es difícil ver cuál es la opción verde cuando estás parado con la cesta de la compra en la mano. Por lo tanto, Dinamarca ahora debe tener una etiqueta climática controlada por el estado. Debe ser una marca unificada en la que los consumidores puedan confiar, por lo que evitamos un bosque de marcas que simplemente confunden. Ahora reunimos a los jugadores más importantes y comenzamos el trabajo. Antes de Navidad, deben hacer su oferta más precisa sobre cómo puede ser una etiqueta climática danesa, para que podamos convertirnos en el primer país del mundo en tener una etiqueta climática controlada por el estado. Estamos a la vanguardia de la escena global, mostrando el camino a seguir en la transición verde”.