El envasado de alimentos, especialmente de productos sensibles elaborados con carne o proteínas alternativas, debe cumplir una amplia gama de requisitos. Entre ellos, la protección del producto y su vida útil. Pero además, los cambios en el comportamiento de los consumidores han contribuido a que los envases se centren también en productos sostenibles y respetuosos con el medio ambiente. Y en último término, los requisitos legales son cada vez más estrictos, lo que supone un factor de presión más. Por todo ello, las innovaciones en este sector se dirigen a la reducción del uso de materiales, el reciclaje y los envases fabricados con materias primas renovables. Es el resumen de todas las novedades que, en torno al sector del envasado y empaquetado, se podrán ver en la próxima edición de IFFA , que se celebrará del 14 al 19 de mayo en Frankfurt.

Requisitos para los envases del futuro
De esta manera, y exigidos por las expectativas de los consumidores y los requisitos legales, los fabricantes, a menudo en colaboración con institutos de investigación, trabajan a toda máquina en los envases del futuro para la carne, los embutidos y otros productos. Deben ser sostenibles y ahorrar recursos, generar menos residuos y, al mismo tiempo, cumplir las normas más estrictas en términos de seguridad, vida útil y calidad. Lo ideal es que estos envases sean reciclables o biodegradables y puedan entrar en un ciclo cerrado de materiales. 

Reciclaje de plásticos químicos
Las películas de plástico, compuestas por varias capas y diferentes tipos de material, son los envases alimentarios más comunes. Gracias a sus buenas características de barrera, protegen del calor, la humedad y el oxígeno. Sin embargo, son perjudiciales para el medio ambiente, tienen un mal balance de CO₂ y son difíciles o imposibles de reciclar, al menos mecánicamente. Sobre todo porque, según la directiva de la UE, hay que garantizar que los reciclados no contengan sustancias indeseables. El reciclaje químico ofrece una solución. En este proceso, los plásticos usados se convierten en materias primas como aceite de pirólisis o gas de síntesis. Los materiales recuperados pueden utilizarse de nuevo para la producción de películas.

Monomateriales
Como alternativa a los compuestos multicapa, la investigación y la industria están desarrollando envases monomateriales. Según la Ley de Envases, pueden tener un contenido máximo de materiales extraños del cinco por ciento. Los monomateriales están compuestos por poliolefinas puras (PP, PE, EVOH), tienen una función protectora tan buena como las películas multicapa, pero son más fáciles de clasificar y reciclar. Para conseguir un efecto barrera contra el oxígeno y el vapor de agua, se integran nanopartículas en revestimientos y adhesivos seleccionados. El inconveniente es que la función de barrera disminuye al aumentar la humedad y la temperatura. 

Ahorro de material
La forma más fácil de reducir la cantidad de plástico en los envases es ahorrar material. Los films para bolsas tubulares están ganando terreno como sustituto de los clásicos envases en bandeja. Son hasta diez veces más finas y ligeras que las bandejas convencionales y, por tanto, ahorran hasta un 70% de plástico por unidad de envase. Una bolsa tubular de diez gramos es suficiente para transportar un kilo de carne picada. La bolsa acaba simplemente en la bolsa amarilla. El polipropileno monomaterial es totalmente reciclable. Otra ventaja en comparación con las bandejas: las bolsas tubulares tienen un volumen de envase mucho menor, pero gracias a su atmósfera protectora pueden apilarse con la misma facilidad. 

Embalaje combinado
Sin embargo, las innovadoras bolsas tubulares no significan el fin del envasado tradicional en bandejas, en el que los consumidores tienen que despegar una película del cartón de soporte. Detrás del término Eco Bowl se encuentra una bandeja de cartón ondulado totalmente reciclable con atmósfera modificada, a base de cartón ondulado. Otro modelo, FoodTray, consiste en una bandeja de cartón fabricada con materias primas renovables y dos películas finas de plástico reciclable. De este modo, el fabricante reduce el consumo de plástico en un 80%.

Envases de base biológica
Un enfoque de investigación prometedor es el de los envases de base biológica, es decir, biodegradables, basados en materias primas renovables. Fraunhofer está investigando en el proyecto Preserve sobre la proteína de suero de leche, que tiene propiedades de barrera similares a las del EVOH o el PVDC (cloruro de polivinilideno) y es degradable en agua de mar. También se está experimentando con bolsas de papel sellables cuyas capas de barrera están compuestas por proteínas y ceras. También en este caso, las proteínas sirven como capa de barrera al oxígeno y las ceras como barrera al vapor de agua. El efecto antimicrobiano de los aditivos de origen biológico impide que la carne envasada se estropee rápidamente. La caña de azúcar, las algas, los hongos o el ácido láctico son otras materias primas adecuadas para el desarrollo de envases de base biológica. 

Envases inteligentes
Por último, y en la búsqueda de una mayor sostenibilidad y compatibilidad medioambiental de los envases, no hay que dejar de lado la calidad y la protección del producto. Una tendencia de investigación en este sentido es el envase inteligente, que cuida activamente del producto cárnico, lo protege y, por tanto, también tiene un efecto sostenible. Los envases inteligentes protegen de la luz, regulan el desarrollo de la humedad, mantienen la temperatura estable, absorben los gases de maduración no deseados y evitan la infestación de gérmenes, por nombrar sólo algunas aplicaciones. 

IFFA: La última generación de máquinas de envasado
Los expositores de IFFA ofrecerán una visión general de las innovaciones en el campo del envasado, del 14 al 19 de mayo de 2022. Del total de alrededor de 900 expositores, más de 160 empresas presentarán una amplia gama de maquinaria y equipos de envasado, así como materiales y ayudas para el envasado.