La producción de carne de cerdo en Cuba disminuyó un 53,5% el pasado año. En todo ese periodo apenas se produjeron 132,9 toneladas, una cifra a todas luces inferior a la demanda nacional.  Más allá, y aunque en menor dimensión, otros sectores sufrieron igualmente notables descensos: 20.8% la carne de ave, 32.5% la carne de ovino, y 13,5% la carne bovina. Son datos del informe de la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI), divulgados por el economista cubano Pedro Monreal y recogidos por el portal Directorio Cubano.

Según el citado medio, la agricultura en Cuba continúa en un proceso de franco estancamiento y retroceso, a pesar de las medidas tomadas para dinamizar el sector. La pandemia, la Tarea ordenamiento y las sanciones de Estados Unidos han agudizado la crisis en una esfera que no termina de hallar el camino del crecimiento. 

La principal evidencia se halla en la mesa del cubano, en medio de una inflación que hace crecer cada día el precio de los productos agropecuarios.  En abril de 2021 fueron anunciadas 63 medidas para reestructurar la agricultura. Rebajas en los costos de la electricidad, el uso del agua, incremento de los pagos estatales, créditos con menores intereses y la creación de un Banco de Fomento Agrícola, formaron parte del paquete.  También se flexibilizó el proceso para la venta de carne y productos lácteos por parte de campesinos y cooperativas.