De acuerdo con las autoridades alemanas, el consumo de carne en este país se ha reducido significativamente a lo largo del primer cuatrimestre del año en comparación con 2021 teniendo en cuenta los datos de la GfK, entidad que investiga el comportamiento del consumidor.

Los volúmenes de venta cayeron casi un 20% para la carne de vacuno y menos para las aves (-13,3%). La carne de cerdo se vendió un 15% menos. Mientras que los precios de la carne de vacuno y aves aumentaron un 10 % en comparación con el mismo período del año pasado, los precios de la carne de cerdo aumentaron solo un 3,7 %.

La fuerte caída en las ventas de carne en el comercio minorista de alimentos probablemente se deba, al menos en parte, a la relajación de las medidas frente a la covid-19 y la apertura generalizada de la restauración.

Pero además habría que tener una caída en la demanda de carne con motivo de la inflación debido a que los consumidores son más sensibles ante los precios.

Ante situaciones como esta, desde organizaciones como el ISN, su director general, Torsten Stack, reclama un etiquetado obligatorio respecto a la crianza y origen de la carne también para los mayoristas y en la restauración.